La crisis no da tregua ni en Navidad
A diferencia de años anteriores los líderes europeos sólo pueden soñar con tener vacaciones. A causa de la crisis que afectó a casi toda Europa muchos dirigentes tuvieron que cancelar su descanso.
La crisis planteó numerosos retos, incluso el de decidir cómo celebrar la Navidad. Este año, la fiesta familiar se convirtió en rutina laboral. Así, el presidente de Francia, la segunda economía de la zona euro, Nicolás Sarkozy, se vió obligado a permanecer en la oficina. Según el diario Le Figaro, el pasado miércoles Sarkozy instó a sus ministros a no abandonar el país. La mayoría de los miembros del gabinete se solidarizaron y sólo se fueron dos o tres días de vacaciones. Pero algunos hicieron caso omiso de la petición y se tomaron diez días de descanso en Dubái.
El canciller austríaco Werner Faymann tampoco pudo permitirse vacacionar. Para el 27 de diciembre está programado el debate sobre las medidas de recortes presupuestarios en el país.
El primer ministro de Grecia Lucas Papademos y su homólogo de Italia Mario Monti también tuvieron que permanecer en sus puestos ya que la deplorable situación económica de sus países lo requiere.
El gobierno español tampoco se tomó largas vacaciones, solo el 24 y 25 de diciembre y luego a trabajar. El primer ministro Mariano Rajoy pasó estos días en la ciudad gallega de Pontevedra con numerosos parientes.
Sólo Angela Merkel, la canciller de Alemania, la principal economía de la zona euro, logró relajarse al hace caso omiso a la crisis. Según informó un representante de su administración, la funcionaria volverá al trabajo hasta el 5 de enero sin especificar el lugar de su viaje. Habitualmente Merkel pasa sus vacaciones junto con su marido en su casa de campo en Uckermark, donde la canciller siempre prepara un pavo de Navidad.
Lejos de los problemas europeos, en EE. UU. tampoco hubo un gran espíritu navideño esta temporada. Tanto los políticos como la población vieron opacada su fiesta por la recesión y los pendientes. Hasta este viernes la Cámara de Representantes finalmente aprobó una prórroga de dos meses para los beneficios fiscales, y el presidente tuvo que firmarla. Debido a los retrasos en la aprobación del documento Barack Obama no pudo reunirse con su familia, que lo esperaba en Hawái. Según Obama, los gastos navideños de la gente ayudarán a la economía del país más que la abolición de los privilegios.