Europa levanta una cantera crediticia contra EE. UU.
La 'trinidad' de calificadoras estadounidenses está en peligro de perder el monopolio de la concesión de calificaciones crediticias, ya que el proyecto de creación de un análogo europeo está en pleno auge y se prevé que a finales de 2012 empiece a funcionar.
La agencia europea entra en el cuadrilátero
El proyecto está muy avanzado: los acuerdos preliminares con potenciales fundadores privados –principalmente bancos, bolsas de valores y compañías involucradas en el suministro de información financiera y económica– ya se han logrado.
"Ya hemos alcanzado la segunda etapa y recogimos los compromisos escritos. Así que al final del primer trimestre o principios del segundo es probable que sea capaz de decir '¡Comenzamos!'", indicó Markus Krall, socio de la consultora alemana más famosa, RolandBerger, que acoge dinero para crear el rival crediticio europeo.
Según sus pronósticos, las primeras notas se concederán a finales de 2012 y en 2013 se referirá también a calificaciones de crédito de los bancos.
Krall intenta recaudar unos 300 millones de euros de capital inicial y cree que esta cantidad será aportada por unos 30 miembros fundadores. Alrededor de un tercio de ellos provendrán de Alemania; también muestran un interés considerable las empresas francesas. No se prevé atraer fondos públicos, señalan que porque quieren crear una estructura independiente.
Además, según los promotores del proyecto, la nueva agencia no solo no debe ser estatal, sino también sin fines de lucro. Por lo tanto decidieron optar por un modelo de fundación que probablemente sea registrada en los Países Bajos con sede en Fráncfort y la oficina principal en París.
Los europeos se libran de la hegemonía estadounidense
Este proyecto de la firma Roland Berger no es el único de esta índole. La compañía alemana Creditreform también se comprometió a establecer un contrapeso a las agencias estadounidenses. Junto con su socio búlgaro BCRA, va a crear una red europea de calificadoras formalmente independientes pero estrechamente coordinadas.
Aunque, según los expertos, la creación de una agencia es solo la mitad de la batalla. Todavía tienen que ganarse la confianza de los clientes que pagan por recibir la calificación y los inversores dispuestos a considerar las recomendaciones a la hora de tomar decisiones sobre la inversión de dinero.
Pero en general las condiciones políticas para un rápido ascenso de las agencias europeas de calificación crediticia en el año 2012 son realmente muy favorables, afirman los analistas. En Bruselas y otras capitales de la UE las acciones de las calificadoras estadounidenses provocan mucha irritación y la rebaja de la nota de Francia por Standard & Poor's levantó a muchos políticos contra las instituciones crediticias existentes, algo que permite a los principiantes gozar del favor de los reguladores europeos.