Syriza y Podemos: ¿tiembla la Unión Europea?

Carlos Santa María

Efectivamente tiembla dicha “unión” pues es simplemente un conjunto obediente a las transnacionales que será quebrado por la fuerza de sus propios pueblos. Por ello, un nuevo mundo se avizora y es posible en este milenio. Los caminos que inicia América Latina, Medio Oriente, Rusia y China, parece indicar que las rutas están siendo trazadas con fortaleza aunque no exentas de dificultades y contradicciones.

De allí que el acceso a una parte del Poder y al estado mismo por dos organizaciones políticas ciudadanas, progresistas y vinculadas a un pensamiento de izquierda como son Syriza en Grecia y Podemos en España, está haciendo mella en los entes dirigentes de las potencias.

En el caso de las elecciones presidenciales anticipadas en Grecia y municipales-generales en España, donde estos dos partidos de izquierda y progresismo disputan  cargos con altas posibilidades cuestionando el orden tradicional oligárquico, han sido sometidos a  tres acciones básicas en contra de éstos por parte de las empresas transnacionales del Poder, con apoyo absoluto de Barak Obama y Angela Merkel, secundados por los dirigentes de la “Unión” Europea.

En primer lugar, ya se está ejecutando una inversión billonaria en estas naciones con el fin de apoyar tanto al Partido Popular y el Partido Socialista Obrero Español, en tanto organizaciones de ultra y derecha respectivamente, junto con Amanecer Dorado y Nueva Democracia (¡¡¡), con el fin de eliminar de la faz de la tierra si es factible todo asomo progresista pues es nefasto para la “democracia del capital”. Estas cantidades inmensurables están siendo distribuidas en las más diversas áreas de la confrontación, incluidas las mediáticas como principal soporte de la falsa historia.

En segundo lugar, se está desarrollando una sistemática dinámica de apoyo a la estructura económica ligada a la elección, con el fin de paralizar el sentir mayoritario de la población, especialmente en España donde aparecen cifras  extrañas sobre el “despertar” de la nación y su futuro promisorio, inexistente en la práctica. La victoria de la izquierda se presenta ante los votantes como una amenaza para la estabilidad y el progreso, manifestando que se mantiene la incertidumbre sobre qué escenarios caóticos se abriría en Grecia y otros países periféricos como España, si Syriza logra formar gobierno.

En tercer lugar, se está efectuando una agresiva campaña contra estas organizaciones infundiendo alto temor debido a que, si triunfan, supuestamente la economía de esos países colapsará- olvidando como la han dejado hasta este año-, supuestamente provocando la pobreza nacional y, de paso, que la banca deje de apoyarlos…como si fuese la fuente u origen del bienestar y productividad nacional. Titulares “Entre la esperanza y el temor”, sustenta lo indicado, o frases  “A los mercados no les gusta la inestabilidad”, atemorizan con el no pago de las deudas o el impedimento a las políticas de austeridad (austericidio), las que son reiteradas. El FMI se ha apresurado a suspender las ayudas a Grecia hasta que haya un nuevo Gobierno. Pese a ello, "Con la ayuda de la gente, el memorándum de las políticas de austeridad será historia. El futuro ya ha comenzado", aseguraba  Alexis Tsipras, el candidato de Syriza.

Cabe mencionar que esta política se sustenta en la necesidad de infundir miedo al pueblo con el fin de obligarlos a votar por partidos tradicionales o de extrema derecha como si fuese la salvación única, para lo cual se utiliza los Medios internacionales creando una falsa percepción de las opciones sociales e incluso amedrentando con “pronunciamientos militares”, propio de la Escuela de Las Américas que enseñó las mismas tácticas junto al desabastecimiento, primaveras oscuras y supuestos levantamientos civiles. La caída artificial de la Bolsa de Atenas, similar a la baja de precios del petróleo como castigo a naciones soberanas, es otra prueba de lo anterior.

Syriza y Grecia

La realidad es que las encuestas dan como claro vencedor de las generales al partido de Alexis Tsipras, Syriza. La gran duda es si logrará obtener mayoría absoluta aunque su propuesta ha calado en todos los sectores pues aboga por un equilibrio entre la “reestructuración ordenada” de la deuda y su permanencia en la zona del euro, imbricado a cancelar las medidas de austeridad, de modo tal que incumplirá las reformas pactadas con la troika, algo que no tolera ni Alemania ni la Comisión Europea. Ante la presión de los  fondos buitres, cuyos  acreedores internacionales presionan a Atenas para que cree una sociedad financiera que venda su patrimonio nacional, existe una radical negación por lo lesivo al  patrimonio del mundo mismo.

Syriza es un partido político griego que surgió en 2004 de la unión de diez partidos de ideología socialista y comunista en forma de coalición de la izquierda radical, producto de una enervante crisis económica, desempleo general y juvenil, la oposición de amplios sectores a la intervención europea en los asuntos políticos y sociales, con el objetivo de derrotar a los poderes financieros (“el gran enemigo de los pueblos, que no gobiernan, pero deciden todo”), además de la  crítica, a Merkel. Refundar Europa reivindica la activación de sus pueblos para liberar al país de la fracasada concepción neoliberal de la UE.  La idea es una Europa más social, de los trabajadores, ecológica, pacífica, estable, y no la del capital financiero. Su postura ante las sanciones a Rusia es nítida: son mecanismos erróneos, antipacíficos y desestabilizadores.

De obtener un 3 % de los votos (en 2004) al 26,89 % en las legislativas de hace dos años, el último sondeo otorga al partido de Alexis Tsipras (líder desde el 2007), el 35,5 % de los votos, con una diferencia de cinco puntos sobre los conservadores de Nueva Democracia, con el 30,5 %. En un Parlamento compuesto por 300 integrantes, es la gran opción para que Syriza consiga 144 escaños  frente a los posibles 81 de Nueva Democracia. Si obtuviese 38 % y 151 escaños, Syriza tendría mayoría para gobernar frente a N.D. que con el 30 % del voto lograría 80 escaños. El tercer lugar será definitivo ya que continúa la lucha entre cuatro partidos:   Amanecer Dorado-organización nazista-,  socialdemócratas de Pasok, KKE-comunista- y To Potami.

Antonis Samarás, el candidato de la derecha (N.D.) que participará en las elecciones el 25 de enero, obviamente sustentará la privatización de la vida social, la baja de salarios, el descenso pensional y, por sobre todo, el pago a los fondos buitres que acosan al país. Cuando el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, se reúne con este primer ministro conservador griego, subrayando “diplomáticamente” que la visita no tiene carácter electoral, se confirma la intervención extranjera de la Alianza, pese a que le hace un flaco favor en el electorado dada su imagen negativa, demostrando su debilidad puesto que también a él puede ocurrir similar situación.

Al respecto, Tsipras ha sido enfático al declarar:"Syriza sólo es un riesgo para los oligarcas que han saqueado el país, no para la inmensa mayoría de nuestro pueblo. Para la clase media, la clase trabajadora y las clases populares, el riesgo es el propio Samarás. El riesgo es la continuación del Memorando (rescate)". 

Podemos y España.

En España, Podemos se ha convertido en el lugar donde millones pueden hacer habitar sus sueños que proceden del descontento y rechazo al aumento de las medidas de ajuste, a la posición subyugada ante Alemania, a las medidas contra la ciudadanía, a la pérdida de confiabilidad en las autoridades e instituciones-especialmente por la corrupción reinante-, en suma, una situación de crisis angustiante.

Podemos, liderado por Pablo Iglesias, aglutina el pensamiento transformador pese a haber nacido hace escasos meses, obteniendo un sorprendente cuarto lugar en las elecciones europeas del 25 de mayo pasado, con un 8%. El Partido Popular perdió cerca de 2,6 millones de votos y el PSOE, casi igual número, lo que demuestra la desconfianza en estas organizaciones funcionales. Por ello, lograr que las mayorías golpeadas asciendan a una nueva mayoría que decide se convierte en propuesta para la unidad popular y ciudadana, demostrando la debilidad de las castas dirigentes. No sin razón, éstas se apresuraron a nombrar el nuevo rey para ampararse en el pensamiento neocolonial.

Consideraciones analíticas.

Naturalmente hay que considerar que Syriza y Podemos son fuerzas diferentes con proyectos conexos ideológicamente, en países de coyunturas similares, cuyas fuerzas sociales se decantan en términos políticos claros y con grados de ambigüedad respectivamente. Sin embargo son una gran posibilidad que conlleva reflexiones y superación de obstáculos para avanzar en la senda ciudadana. Es decir, consiste en un camino con esperanzas y obstáculos a vencer dada la magnitud de lo propuesto. La Europa de los Pueblos, constituida por ciudadanías conscientes, pasa por lograr responder a las grandes mayorías que aspiran a reformular la deuda con la banca agiotista, bajar la edad de jubilación y aumentar el gasto público, en un marco de democratización de la sociedad.

¿Qué pasaría si Siryza y Podemos triunfan electoralmente y acceden al poder estatal y la presidencia de ambas naciones?

Hay que analizar que existe una tendencia que imbrica procesos y su ejemplo involucra a otros sectores en diversos países, por lo que el triunfo de la izquierda ciudadana impulsaría a diversas naciones europeas a considerar dichas posibilidades, especialmente dada su difícil situación económica en vías de agravarse. De igual modo, abre un frente poderoso que debilita la “Unión” europea en su seno y le podría impedir la convergencia a la que obliga Alemania. Junto a ello, se crea la posibilidad de integrar estos países, en la medida que se conviertan en soberanos, a un mundo pluripolar en crecimiento. Por tanto, las perspectivas causan terror a los líderes de la guerra empresarial y bancaria.

En España, con un desempleo galopante de 23,5 según lo estimado por el gobierno (superior a un 50% en los jóvenes), con suicidios a cuestas y desalojos habitacionales inmensos, se poseerá un tiempo prudencial para ver el desarrollo de lo que ocurre en el país heleno haciendo avanzar la ideología ciudadana. Será un espacio para la construcción de un proyecto social de cambio transformador.

No se puede olvidar jamás que la amenaza al progresismo ya es concreta y feroz pues el Fondo Monetario Internacional, entidad política-económica partícipe de todos los golpes de estado en América Latina, entre muchos otros,  ha anunciado estos días previos a la elección anticipada del 25 de enero la suspensión del desembolso de la ayuda pendiente a Grecia hasta que tome posesión un nuevo Gobierno en ese país, en un claro intento de amedrentar a los griegos y signo de desesperación ideológica. Por el contrario, mientras el FMI amenaza, Rusia podría cooperar en el rescate de Grecia, posterior a las elecciones, política razonable a todas luces.

¿Tiembla la “Unión” Europea?

Claro, pues el triunfo de una corriente soberana no es permitida por el núcleo autocrático de las potencias y, de no ser capaces de impedirlo, incentivará una alta represión contra el pueblo griego consistente en “apretar las tuercas” de tal modo que se pueda obstaculizar cualquier cambio democrático, independientemente del costo humano. Además, la historia demuestra la frialdad de los líderes de estas potencias y su desprecio por el valor de la vida.

Su miedo es mayor en la medida que la constitución de un gobierno con pensamiento estructural diferente al neocolonial permitirá idear alternativas al modelo de desarrollo implantado con vigor por las élites del capital. Saber que existen otros senderos para alcanzar un bienestar holístico y, muy próximo a economías sanas, sin deudas, que permita una verdadera distribución de la riqueza, es un peligro para la Alianza “occidental”.

Los pueblos conscientes del planeta saben que este domingo 25, Grecia  se juega su destino y que del resultado puede depender gran parte del futuro europeo. Los inmensos desafíos, amenazas e intervención foránea deberán ser superados para iniciar la soberanía como estandarte fundamental. Puede darse una mayoría relativa, lo que es un triunfo, aunque la apuesta por la mayoría absoluta es lo que espera el pueblo internacional para concretar así la nueva esperanza en la Humanización aún por construir.