La oposición venezolana va a internas tras 5 años de vía insurreccional: ¿y ahora qué?

Ociel Alí López

Después de cinco años de declarar la vía insurreccional, la abstención electoral y desconocer la institucionalidad del Estado venezolano, finalmente todos los sectores de oposición, incluyendo los más radicales de Voluntad Popular (de Leopoldo López) y Vente Venezuela (de María Corina Machado) —ambos abiertamente pro intervencionistas—, han vuelto al camino electoral y se han inscrito en el proceso de elección de un candidato único de la Plataforma Unitaria (PU), organizado por la Comisión Nacional de Primarias (CNdP), y así asistir de manera unificada al evento presidencial de 2024 organizado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), el ente oficial venezolano al que no reconocían.

El sábado, después de una prórroga y muchos rumores, culminó el proceso que dejó 14 precandidatos inscritos (y dos notables ausencias), que competirán el 22 de octubre por el cargo de candidato de la PU.

Recientemente, tras la renuncia de los rectores del Consejo Nacional Electoral, la CNdP decidió realizar su proceso comicial interno sin la participación del ente comicial, lo que significa que no contará con la estructura de la institución, sino que se organizará de manera autogestionada, a pulmón.

Esta resolución generó dudas sobre la participación de varios candidatos, algunos de los cuales denunciaron una especie de primarias 'VIP' que limitarán tremendamente la participación, especialmente de los sectores más excluidos, mayoritarios en el país caribeño, debido a una menor cantidad de centros y mesas electorales que puede instalar la comisión.

Los grandes ausentes

Debido a la diatriba antes mencionada, dos de los principales precandidatos optaron por no inscribirse en la elección. Uno de estos es Benjamín Rausseo, el famoso humorista 'outsider'. Aunque no ha dado declaraciones para explicar su posición, se supone que mantendrá su aspiración fuera del ambiente de la PU, lo que significa una fisura en las fuerzas opositoras, puesto que su escisión muestra que no se logró la unidad perfecta, y que un candidato opositor, bien ubicado en las encuestas, podría montar tienda aparte.

Algunos candidatos denunciaron una especie de primarias 'VIP' que limitará tremendamente la participación, especialmente de los sectores más excluidos, mayoritarios en el país caribeño.

El otro ausente es un líder de peso: Manuel Rosales, un excandidato presidencial que viene de arrasar en el principal estado del país (Zulia), en las regionales de 2021, y cuyo partido, Un Nuevo Tiempo (UNT), ha inscrito otro candidato, José Hernández (desconocido a escala nacional), bajo la condición de poder sustituirlo en el plazo de un mes.

Así, Rosales aún podría ser candidato, pero se ha mostrado inconforme con la ruptura de la CNdP con el CNE. El secretario general del partido, Luis Emilio Rondón, planteó: "Esto no puede ser una comparsa. Nuestro líder principal, el gobernador del estado Zulia, ha pedido un plazo necesario, prudente, indispensable, para que se densifique esa oferta electoral y para que los venezolanos puedan escoger libremente".  

El otro precandidato sobre el que surgían dudas de su inscripción finalmente dio el paso a última hora, Henrique Capriles, de Primero Justicia (PJ), quien hace pocos días había dicho en la misma línea de inconformidad: "O es una primaria para todos, o es una primaria 'VIP'. Nosotros no queremos una primaria 'VIP', nosotros queremos una primaria donde los más pobres de nuestro país, quienes viven en los sectores populares de nuestro país, tengan la oportunidad de participar", dijo en rueda de prensa.

Estas denuncias van en relación al provecho que le saca María Corina Machado, del partido Vente Venezuela, al estancamiento de las negociaciones de la PU con el CNE debido al margen de maniobra limitado que tendría la coalición opositora para organizar un evento amplio y participativo, que no se reduzca a los bastiones de la oposición (sectores urbanizados de las grandes ciudades) que serían privilegiados en la activación de centros de votación, y con ello, se excluya a vastos territorios donde solo las maquinarias partidistas tienen capacidad de movilización. Por tanto, pone en desventaja a los principales partidos: PJ y UNT.

María Corina Machado, del partido Vente Venezuela, le saca provecho al estancamiento de las negociaciones de la PU con el CNE.

Ya Machado habría obtenido una victoria interna cuando la CNdP accedió a permitir el voto a venezolanos en el exterior, que no tienen opción de votar en las presidenciales por varias razones, entre otras, por la inexistencia de consulados y embajadas de Venezuela en diversos países donde la comisión ha abierto inscripciones a los votantes.  

Así las cosas, la unidad opositora, objetivo principal de las primarias, aún no termina de cuajar. Falta por ver si Rosales finalmente participa en ellas y si Capriles mantiene su participación ante un hipotético evento reducido o limitado. Ambos sectores, así como otros partidos y movimientos más moderados, podrían llegar a acuerdos para lanzar una candidatura de consenso fuera del proceso de la CNdP.

Por lo pronto, estamos viendo una campaña que ya comenzó y que va arreciar en los poco más de tres meses que quedan para la justa interna que, de antemano se sabe, no unificará a toda la oposición.