El canal internacional
de noticias en español
más visto en el mundo
Opinión

Trump sacude un incierto inicio del 2025 en América

Publicado:
Trump sacude un incierto inicio del 2025 en América

Tan pronto como el 4 de enero, la vicepresidenta de Ecuador, Verónica Abad, anunció que asumiría la Presidencia de la República, pidiendo a las instituciones del Estado y en especial a las Fuerzas Armadas que apoyaran su designación interina y poniendo en vilo el orden constitucional en tanto es conocida su diatriba pública con el mandatario Daniel Noboa, prácticamente desde que comenzaron juntos la actual gestión.

La carta magna ecuatoriana expresa que el presidente que quiera ser reelecto, como es el actual caso de Noboa, debe entregar el cargo a la vicepresidencia mientras dure la campaña electoral.

Miembros de la oposición, diputados, constitucionalistas y algunos medios de comunicación consideran que de no permitirlo, el presidente podría incurrir en una falta grave que podría hasta cercenarle sus derechos políticos de cara al evento electoral.

Sin embargo, apenas se generó el reclamo de Abad, quien fue elegida por voto popular en una fórmula junto a Noboa, éste nombró una nueva vicepresidenta: primero, Sariha Moya, y tras la renuncia de ésta designó en su reemplazo a Cynthia Gellibert Mora. El gobierno argumenta que el presidente no tiene que dejar el cargo en este caso porque no está utilizando la figura de la  reelección, lo que está haciendo es culminando el mandato del mandatario anterior, Guillermo Lasso, quien disolvió la Asamblea Nacional y llamó a elecciones anticipadas en mayo de 2023, lo que implicó que no pudiera concluir su período, que constitucionalmente terminaba en 2025.

La campaña presidencial comenzó el 5 de enero, pero quedan las dudas sobre el accionar legal del presidente y si esto pueda llevar a algún tipo de penalidad de cara a las presidenciales.

Hay que recordar que la Asamblea Nacional de Ecuador, actualmente copada por la oposición, anteriormente había respaldado a Abad en su diatriba y podría intentar también algunos recursos legales para frenar este intento del presidente Noboa de elegir un nuevo representante en el cargo, desconociendo el mandato popular.

En las últimas semanas, Noboa intentó sacar del camino a Abad, enviándola a Turquía y ahora argumentando su incumplimiento de funciones, para justificar la nueva designación.

La campaña presidencial comenzó el domingo 5 de enero, pero quedan las dudas sobre el accionar legal del presidente y si esto pueda llevar a algún tipo de penalidad de cara a las presidenciales, cuya primera vuelta se realizará el 9 de febrero.

No obstante, Ecuador no es el único país que ha comenzado el año en un marco de crispación.

Venezuela: vuelta al conflicto

Los ánimos también amanecen caldeados en Venezuela. La juramentación del presidente Nicolás Maduro se efectuará el 10 de enero y la oposición, por diferentes vías, ha intentado impedirlo.

La gira del excandidato opositor que presume su victoria electoral, Edmundo González, por Uruguay, Argentina y EE.UU., trata de rehacer un cordón de presión en torno al gobierno venezolano, utilizando, como palanca principal, al presidente norteamericano Joe Biden, con quien se reunió el pasado lunes.

Sin embargo, el escenario internacional para la oposición venezolana, al menos hasta ahora, parece un déjà vu de lo que fue el "experimento Guaidó" en 2019, rotundamente derrotado, y aunque algunos presidentes como Javier Milei (Argentina), Santiago Peña (Paraguay), Dina Boluarte (Perú) y el propio Joe Biden (EE.UU.), entre otros, han apoyado públicamente a González, los gobiernos han sido mucho más parcos en comparación a la entonces actuación de al menos 50 administraciones de Occidente y América Latina que fueron muy entusiastas en el apoyo a Guaidó.

Quizá el recuerdo de aquel fracaso esté presionando sobre la mediática internacional que luce poco ilusionada en la actual campaña opositora. Tampoco hay datos conocidos que proyecten alguna diferencia sustancial con aquel momento y sus resultados. Lo cierto es que los medios occidentales ya no le otorgan a Venezuela los niveles de exposición que en 2019, cuando fue el anatema constante de las pantallas.

El escenario internacional para la oposición venezolana parece un déjà vu de lo que fue el "experimento Guaidó", rotundamente derrotado.

Con estas debilidades en el plano internacional y mediático, la oposición se juega, quizás, sus últimas cartas. La líder opositora, María Corina Machado, convocó una movilización el 9 de enero, con un corte claramente insurreccional, y es muy probable que pretenda generar acciones de confrontación que empañen la juramentación del día siguiente.

El Gobierno ha incrementado su blindaje desplegando fuerzas policiales y militares y ha anunciado también movilizaciones el 8, 9 y 10 de enero, para enfrentar cualquier protesta de la oposición.

Pero la crispación no se concentra únicamente en estos dos países. Ya desde finales de año, algunos gestos del presidente electo de EE.UU., Donald Trump, han generado preocupaciones sobre el futuro próximo de la región.

Trump y América Latina 

Las declaraciones de Trump después de su triunfo electoral generan mucha incertidumbre en América Latina. Temas como el del canal de Panamá, las migraciones forzosas masivas, la frontera con México, entre otros, hacen que se multiplique la ansiedad en la región. Algunos de estos ítems fueron retomados por el presidente electo en la rueda de prensa realizada este martes, lo que significa que no han sido opiniones aisladas sino parte de su repertorio político para gobernar.

La toma de posesión del nuevo presidente, a realizarse el 20 de enero, acompañada con el nombramiento de Marco Rubio como Secretario de Estado y otros personajes de la derecha radical en cargos clave, permite presentir que desde muy pronto en 2025, pueden comenzar a abrirse conflictos o diatribas entre Washington y algunos o varios gobiernos de la región.

Los flancos que ya se abren por toda América Latina generan una preocupación colectiva que se podrían prolongar y lo que ocurra el primer mes podría caracterizar lo que suceda el resto del año. Sobre todo, tomando en cuenta que en 2025 van a haber varios procesos electorales presidenciales como los de Ecuador (febrero), Bolivia (agosto), Chile (noviembre) y Honduras (noviembre), además de las de medio término de Argentina (octubre), todos países calientes en la disputa ideológica del continente. 

Entonces, América Latina no comienza el año de una manera estable y despreocupada, sino todo lo contrario, rodeada de mucha incertidumbre, de escenarios de conflictividad que ya se suponen abiertos y, además, con todas las corrientes políticas del continente buscando posicionarse ante el inminente cambio de gestión en EE.UU. y los hipotéticos giros radicales que puedan decidirse desde la Casa Blanca cuando devele sus políticas hacia la región.

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT.

comentarios
RT en Español en vivo - TELEVISIÓN GRATIS 24/7