¿Estuvo conectado el asesinato de Kennedy con los atentados contra Fidel Castro?
El escritor cubano Fabián Escalante, general retirado y jefe de la Inteligencia de Cuba entre 1976 y 1966, fue uno de los primeros cubanos que estudió y se entrenó en la escuela del KGB en Moscú.
Para Fabián Escalante, la Inteligencia cubana le debe mucho a los asesores de soviéticos del KGB. "Yo recuerdo con mucho cariño a toda aquella gente muy preparada, con principios y los conceptos muy claros que nos formó en todo lo que ellos sabían y que luego fueron a Cuba como asesores".
La conexión Kennedy-Castro y los exiliados cubanos
El exmilitar cubano explica cómo se involucró en la investigación de del asesinato del expresidente de EE.UU., John F. Kennedy, en 1963. "Yo me acerqué a este tema en 1965 por casualidad mientras investigaba un caso de espionaje del excomandante cubano Rolando Cubela, que participó tanto en el asesinato de Kennedy como en un atentado contra Fidel Castro", explica, matizando que ambas conspiraciones estaban relacionadas.
Cubela, conocido por su nombre en clave 'AM/LASH', fue "un agente reclutado por la CIA entre 1959 y 1960 con el que se intentó asesinar a Castro en varias ocasiones (en 1963, 1964 y 1966)", explica Escalante. "Yo me enteré de esto en 1975 cuando se desclasificó el informe del comité estadounidense 'Church' (que investigaba los complots de asesinato de políticos extranjeros planeados por la CIA), donde se nombraba la 'operación AM/LASH', cuyos datos apuntaban directamente a Cubela, que ya había sido detenido mucho antes".
"El mismo día del asesinato de Kennedy, el 22 de noviembre de 1963, Cubela estaba reunido en París (Francia) con un oficial de la CIA, donde le entregaron un bolígrafo preparado para inocular veneno a Fidel Castro y matarlo pocos días después, el 7 de diciembre (fecha en la que se conmemora la caída en combate de Antonio Macedo)".
Más tarde, tras liberar al terrorista cubano Antonio Cuesta Valle, "éste nos confesó que había dos cubanos involucrados en el asesinato de Kennedy, Herminio Díaz y Eladio del Valle, exiliados anticastristas exiliados en Estados Unidos", recuerda Escalante.
"Resultaba que Lee Harvey Oswald, el hombre que disparó a Kennedy, no sabía disparar y fue suspendido por ello en la academia militar. También trabajó en una base de la CIA en Japón, luego desertó a la URSS y, tras dos años, volvió a EE.UU. para ser recibido por agentes de la CIA y pasó a relacionarse con exiliados cubanos", explica. "Esto nos llevó a concluir que Oswald no fue aquel 'asesino solitario' sobre el que se teorizaba, si no un agente de la CIA, pues interceptamos correos desde La Habana para Oswald con evidencias de que éste iba a intentar viajar a Cuba desde México, hecho que se frustró".
Fabián Escalante concluye que el carisma de Fidel fue el motivo por el que hubo tantos intentos de asesinarlo. "El coronel J.C. King propuso a su jefe en 1959 asesinar a Fidel Castro porque ninguno de los líderes cubanos era tan carismático como él y su eliminación era el método más expedito para acabar con la revolución cubana", explica.