Kim-Trump: Núcleo de discordia
La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de cancelar su encuentro con el líder de Corea del norte, Kim Jong-un, podría ser una forma de castigar a China para conseguir tratados económicos más ventajosos, contempla Javier Rodríguez Carrasco.
Xavier Boltaina, profesor de Historia y Política de Corea del Norte de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, opina que si Washington y Pionyang se sientan a negociar sería "prácticamente imposible" que los norteamericanos cedieran a las peticiones norcoreanas, debido al conflicto de intereses que mantiene en la región con el gigante asiático.
Respecto a las exigencias, ese especialista estima que "lo primero" que pedirá Corea del Norte es "el retiro de las tropas estadounidenses de Corea del Sur y que finalice sus maniobras militares conjuntas en la península coreana", una condición que para EE.UU. es "casi imposible" de cumplir, porque "significaría dejar desguarnecida la frontera con China".
Una decisión "bastante inteligente"
Por su parte, los estadounidenses exigirían la completa desnuclearización de los norcoreanos, pero no ofrecerían garantías de que la nación asiática no fuera atacada en un futuro, agregó Boltaina.
José Manuel Brañas, profesor emérito de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona (España), sostiene que Donald Trump suspendió la cumbre con Kim Jong-un debido a que no tenía una posición ventajosa: "En una negociación económica hay una base fundamental, que es la posición de salida. Cuando dos partes quieren empezar una negociación, se quieren colocar en una posición superior y eso es lo que EE.UU. no tenía".
Para este experto, Pionyang "ha sido bastante inteligente, porque decidió comenzar los acercamientos para el diálogo una vez que ya tenía preparado su arsenal y tecnología nucleares".