El filme, dirigido por Clint Eastwood, refleja en la gran pantalla la historia de un hombre real: Chris Kyle, el mejor francotirador de las Fuerzas Armadas estadounidenses, al que se le atribuyen 160 muertes confirmadas.
El protagonista de la película no lamenta haber matado a iraquíes, entre ellos mujeres y niños, ya que según él de esa manera salva la vida de los soldados estadounidenses que a su vez destrozan Irak ciudad por ciudad, cuadra por cuadra, y casa por casa, cuenta Wight.
El analista afirma que 'American Sniper' describe a los iraquíes como una masa deshumanizada de salvajes responsables de su propio sufrimiento, mientras que "el hombre blanco" hace todo lo posible para "civilizar" a unas gentes que reciben el mismo tratamiento que los nativos norteamericanos en las películas de John Wayne.