El piloto del helicóptero ruso derribado en Siria salvó decenas de vidas en 25 años de servicio

El veterano piloto Riafagat Jabibulin, que perdió la vida en combate con los extremistas islámicos en la gobernación siria de Homs, fue uno de los más renombrados y condecorados en la Fuerza Aérea rusa. 

Se graduó en una escuela de la Fuerza Aérea de la URSS en 1988 y fue designado al 55.º regimiento de los helicópteros de combate estacionado en Polonia. Allí continuó preparándose para tomar parte en la campaña de apoyo al Gobierno de Afganistán; no obstante, cuando a principios de 1989 las tropas soviéticas fueron retiradas del territorio afgano, Jabibulin se dedicó a los entrenamientos conjuntos con los compañeros más experimentados. Le enseñaron las tácticas y el arte de maniobrar sobre montañas.

Fuerte video del derribo del helicóptero pilotado por soldados rusos en Siria

En 1992 el 55.º escuadrón de helicópteros fue transferido de Polonia a Rusia y se desplegó en la región de Krasnodar. Poco después, sus pilotos participaron en varias misiones para apaciguar un conflicto que se había desatado entre las etnias osetias e ingusetias en el Cáucaso del Norte ruso. A continuación el escuadrón contribuyó a poner fin al conflicto étnico entre abjasios y los georgianos en Georgia. Jabibulin pasó 148 días en vuelos de observación antes de ser destinado a Rusia.

A un pelo de morir

En una misión de la campaña de 1994 en la república rusa de Chechenia el helicóptero de Jabibulin fue tiroteado por los militantes rebeldes. Posteriormente 97 impactos de bala fueron hallados en el fuselaje. Todos los ocupantes del aparato aéreo fallecieron con la única excepción del piloto, quien recibió dos graves heridas, pero pudo aterrizar de manera segura. Tras pasar ocho meses en un hospital, Jabibulin regresó al servicio y estuvo en Chechenia hasta el fin de la campaña (1996).

Salvando vidas

A continuación fue de nuevo a Abjasia, donde monitoreó el armisticio. En 1999 volvió a las misiones de combate en el Caucaso, cuando los grupos armados encabezados por el checheno Shamil Basáyev atacaron la república rusa de Daguestán. Después de la fase activa de la segunda campaña de Chechenia el escuadrón del teniente coronel Jabibulin estaba desplegado constantemente en el campo aéreo de Jancalá de la misma república.

Cuando Georgia intentó reconquistar Osetia del Sur en agosto del 2008, el piloto fue a vigilar desde el aire los puntos de control fronterizo en las montañas. En una de las misiones su helicóptero evacuó a 12 soldados heridos del campo de batalla. Jabibulin salvó la vida de al menos 40 militares heridos. Recibió numerosas menciones en el historial de su regimiento por su extraordinario servicio.

La última misión

En la primavera de este año 2016 lo mandaron a Siria como piloto-instructor. El día 8 de julio su misión fue impedir con el fuego desde el aire la ofensiva del Estado Islámico en la gobernación de Homs.

El helicóptero Mi-25 realizó varios ataques a los militantes. Cuando estaba girando para regresar al aeródromo, fue alcanzado por un misil de fabricación estadounidense en la cola y se estrelló contra la falda de una montaña en la zona controlada por las tropas de Damasco. El operador del sistema de fuego Yevgueni Dolguin y el piloto jefe Riafagat Jabibulin murieron en el acto.

Ambos tripulantes serán condecorados póstumamente. "Las acciones hábiles de los pilotos repelieron el ataque terrorista y frustraron los esfuerzos de romper la defensa del Ejército sirio", declaró el Ministerio de Defensa de Rusia.