Sociedad
¿Cómo se puede 'comprar' mejor la felicidad?
La psicóloga Elizabeth Dunn sostiene que no importa tanto cuánto se gana sino cómo gasta. ¿Cómo convertir el dinero en dicha?
Elizabeth Dunn, profesora de psicología de la Universidad de Columbia Británica, y coautora del libro 'Feliz Dinero' ('Happy Money') con su colega Michael Norton,
considera que la felicidad depende de cómo gastamos dinero. Y según ella, para lograrla basta con aplicar 5 reglas para emplear el dinero correctamente.
Las impresiones son más valiosas que cosas
Diversos estudios demuestran que las emociones que suscitan las nuevas experiencias son más intensas y duraderas que el placer causado por las compras. Los psicólogos creen que el efecto psicoterapéutico de una compra no es tan fuerte como él de hacer un viaje al mar o a las montañas. El profesor Gilovich, de la Universidad Cornell, cree que la expectativa de vivir nuevas experiencias excita a la gente mucho más que el deseo de comprar nuevas cosas. Por lo tanto, la opinión común de que el ir de compras es la mejor manera de ponerse de buen humor es, en realidad, un concepto erróneo.
Compren tiempo
Dunn cree que no vale la pena comprar un coche para pasar muchas horas en los atascos. Según ella, resulta más provechoso comprar una casa cerca del trabajo para tener tiempo libre que dedicar a placeres como cocinar o jugar futbol. Hay maneras de ahorrar tiempo y solo hay que buscarlas, sostiene Dunn citada por el diario 'Komsomolskaya Pravda'.
Dar dinero
Según la profesora, el dinero invertido en cubrir las necesidades de otras personas proporciona más felicidad. Después de estudiar a un grupo de 600 estadounidenses Dunn llegó a la conclusión de que, independientemente del nivel de salario, los que daban dinero a sus amigos, parientes o a la beneficencia, se sentían más felices.
Eviten los créditos
"Las deudas empeoran la sensación de alegría y los ahorros las mejoran", dice Dunn. Según la profesora, cuando una persona toma algo a préstamo, presta su propio futuro. "Si se toma una crédito para unas vacaciones soñadas, el estrés que experimentará mientras por el pago de la deuda, destruirá todas las emociones positivas de la experiencia", dice Dunn.
Rechace la comodidad
El psicólogo Daniel Kahneman, ganador del Premio Nobel en 2002, llegó a la conclusión de que una vez los ingresos de una familia llegan a 75.000 dólares al año, el nivel de bienestar emocional deja de depender de la situación financiera en la familia. Junto con el nivel de ingresos aumentan los deseos, lo que se convierte en un círculo vicioso, según los psicólogos. La solución consiste en aprender a apreciar lo que ya se tiene. Por ejemplo, si puede pasar sus vacaciones en un bosque durmiendo en tiendas de campañas, una vez esté de vuelta en casa, experimentará un gran placer ante la oportunidad de darse un baño, escribe el periódico.
Las impresiones son más valiosas que cosas
Diversos estudios demuestran que las emociones que suscitan las nuevas experiencias son más intensas y duraderas que el placer causado por las compras. Los psicólogos creen que el efecto psicoterapéutico de una compra no es tan fuerte como él de hacer un viaje al mar o a las montañas. El profesor Gilovich, de la Universidad Cornell, cree que la expectativa de vivir nuevas experiencias excita a la gente mucho más que el deseo de comprar nuevas cosas. Por lo tanto, la opinión común de que el ir de compras es la mejor manera de ponerse de buen humor es, en realidad, un concepto erróneo.
Compren tiempo
Dunn cree que no vale la pena comprar un coche para pasar muchas horas en los atascos. Según ella, resulta más provechoso comprar una casa cerca del trabajo para tener tiempo libre que dedicar a placeres como cocinar o jugar futbol. Hay maneras de ahorrar tiempo y solo hay que buscarlas, sostiene Dunn citada por el diario 'Komsomolskaya Pravda'.
Dar dinero
Según la profesora, el dinero invertido en cubrir las necesidades de otras personas proporciona más felicidad. Después de estudiar a un grupo de 600 estadounidenses Dunn llegó a la conclusión de que, independientemente del nivel de salario, los que daban dinero a sus amigos, parientes o a la beneficencia, se sentían más felices.
Eviten los créditos
"Las deudas empeoran la sensación de alegría y los ahorros las mejoran", dice Dunn. Según la profesora, cuando una persona toma algo a préstamo, presta su propio futuro. "Si se toma una crédito para unas vacaciones soñadas, el estrés que experimentará mientras por el pago de la deuda, destruirá todas las emociones positivas de la experiencia", dice Dunn.
Rechace la comodidad
El psicólogo Daniel Kahneman, ganador del Premio Nobel en 2002, llegó a la conclusión de que una vez los ingresos de una familia llegan a 75.000 dólares al año, el nivel de bienestar emocional deja de depender de la situación financiera en la familia. Junto con el nivel de ingresos aumentan los deseos, lo que se convierte en un círculo vicioso, según los psicólogos. La solución consiste en aprender a apreciar lo que ya se tiene. Por ejemplo, si puede pasar sus vacaciones en un bosque durmiendo en tiendas de campañas, una vez esté de vuelta en casa, experimentará un gran placer ante la oportunidad de darse un baño, escribe el periódico.
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