Una 'fiebre dorada' sacude Francia: aumentan los crímenes por oro
Sin embargo, el problema está lejos de solucionarse. Recientemente, toda Francia quedó conmocionada por un asalto que tuvo lugar a pleno día en el centro de París. Ese día un joyero de 52 años fue atacado en su tienda por un grupo de hombres armados y cuando intentó perseguirlos en la calle fue tiroteado hasta la muerte.
Los diamantes y otras piedras preciosas también son populares entre los criminales, pero el liderazgo lo tiene el oro. Y es que desde el comienzo de la crisis el precio de este metal no ha dejado de subir.
"Este es el doceavo año de continuo crecimiento del precio del oro. Los artículos de oro son pequeños y muy fáciles de robar, se pueden poner simplemente en el bolsillo. Es por eso que para la gente resulta fácil saquear las joyerías. Esta es una de las consecuencias del creciente precio de este metal", explica el experto Francois Lassus.
Los inversores recurren al oro como un refugio ante los impredecibles vaivenes de la crisis económica. Los analistas advierten que en 2013 la escalada de precios podría establecer un nuevo récord, tras superar los 2.000 dólares por onza. Un récord que tal vez se traducirá en más robos, saqueos y, probablemente, en más vidas sacrificadas por el brillo del precioso metal.