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Los hallazgos fueron realizados por buscadores particulares con uso de detectores de metales.

El hallazgo es muy importante "para la comprensión de la formación de las primeras congregaciones monásticas" en esa región, afirmó el jefe de la misión arqueológica.

Complejas redes comerciales hacían que algunos escitas viajaran, pero la población general se dedicaba a cultivar y pasaba gran parte de su vida en un mismo lugar, según un estudio.

El nuevo estudio descarta las dataciones más "revolucionarias" de otras investigaciones que encontraron indicios de una llegada más temprana al Este asiático del 'Homo sapiens'.

Una nueva técnica de análisis permitió descubrir los compuestos de la planta en dos antiguas vasijas de cerámica.

Los dos nobles estuvieron enterrados en el este extremo de las tierras escitas con mucho oro incrustado en su vestimenta.

Desenterrada hace 20 años, la pieza fue utilizada durante casi una década como escalón en un establo, hasta que la dueña de casa vio en ella una inscripción y entonces un arqueólogo la identificó como un mármol tallado del siglo II d.C.

Los arqueólogos consideran difícil explicar el uso de este material en la elaboración de armas o herramientas.

El esqueleto del pequeño homínido estaba sepultado bajo una capa de tierra más antigua que él mismo.
El reino de Geshur aparece mencionado en la Biblia como un aliado del rey David, pero dejó pocas evidencias arqueológicas de su existencia.
Las construcciones de ladrillo, de hasta 20 metros de largo, se remontan a los primeros siglos de la era común.

El análisis del cráneo, encontrado al sur de Inglaterra en los años 1960, demostró que en el momento de su muerte la joven tenía entre 15 y 18 años.

Arqueólogos estiman que podría ser el lugar exacto en Galilea donde tres apóstoles de la religión cristiana contemplaron al Salvador rodeado de la luz 'tabórica', según el Nuevo Testamento.

Científicos de Israel y Mongolia se enfocaron en la 'línea norte' del muro, que rebasa las fronteras de la China moderna.
Casi un centenar de especímenes de ADN de personas enterradas en la Edad del Bronce en la costa este del Mediterráneo están estrechamente vinculados.