"Grupos de civiles -hombres, mujeres, niños- toman edificios administrativos. Se arman en un plazo de dos días. Las mujeres y los niños desaparecen: solo quedan personas armadas. Si se les opone resistencia rápidamente, como hicieron en Odesa, donde simplemente los quemaron, o en Dnepropetrovsk, donde los mataron y enterraron cerca de la carretera, habrá tranquilidad total. Si esto no se hace, el resultado será la guerra", aseguró Bartuška en una entrevista al portal Neovlivni.cz.
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