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Amnistía Internacional: Los crímenes de EE.UU. en Afganistán han quedado impunes
La organización no gubernamental Amnistía Internacional informa que el Pentágono ignoró sistematicamente las pruebas de torturas y homicidios ilegítimos en Afganistán durante el año pasado.
El ejército estadounidense ha ignorado sistemáticamente "las pruebas abundantes y convincentes" de crímenes de guerra, torturas y homicidios ilegítimos cometidos en Afganistán durante el año pasado, informa el diario 'Daily Beast', citando el informe de Amnistía Internacional publicado este lunes en Kabul.
El informe, denominado 'Olvidado en la sombra', investiga 10 incidentes que tuvieron lugar entre 2009 y 2013 en los que fallecieron al menos 140 civiles, entre ellos mujeres embarazadas y unos 50 niños. Según se denuncia, ninguno de los casos fue investigado por el ejército norteamericano.
"El presidente Obama ha admitido que 'torturamos' en pasado, pero ya no fue el Gobierno de Bush, estas torturas han sido de la administración de Obama", denuncia Joanne Mariner, la autora del informe, calificando los casos investigados de "crímenes de guerra". "Hay una evidencia fuerte de que se llevaron a cabo crímenes de guerra", añade.
Testigos y familias de las víctimas anuncian que ninguno de ellos fue entrevistado por los militares estadounidenses. Muhammad Tajir, padre de una mujer embarazada asesinada en 2010, contó a 'Daily Beast' que los militares norteamericanos le hicieron escuchar el último resuello de su hija. Según el informe de Amnistía Internacional, cuando los soldados estadounidenses se dieron cuenta de que la mujer embarazada y los niños asesinados no eran insurgentes, empezaron a eliminar las pruebas de su crimen. "Cuando comprendieron que se habían equivocado del lugar, empezaron a sacar las balas de los cadáveres con las manos y los cuchillos", cuenta Tajir.
El portavoz de Pentágono, Brad Avots, no ha negado las acusaciones del informe y ha reiterado la política de torturas, pero ha insistido en que "el Departamento de Defensa no permite que su personal participe en actos de tortura o tratos crueles, inhumanos o degradantes contra cualquier persona bajo su custodia".
El informe, denominado 'Olvidado en la sombra', investiga 10 incidentes que tuvieron lugar entre 2009 y 2013 en los que fallecieron al menos 140 civiles, entre ellos mujeres embarazadas y unos 50 niños. Según se denuncia, ninguno de los casos fue investigado por el ejército norteamericano.
"El presidente Obama ha admitido que 'torturamos' en pasado, pero ya no fue el Gobierno de Bush, estas torturas han sido de la administración de Obama", denuncia Joanne Mariner, la autora del informe, calificando los casos investigados de "crímenes de guerra". "Hay una evidencia fuerte de que se llevaron a cabo crímenes de guerra", añade.
Testigos y familias de las víctimas anuncian que ninguno de ellos fue entrevistado por los militares estadounidenses. Muhammad Tajir, padre de una mujer embarazada asesinada en 2010, contó a 'Daily Beast' que los militares norteamericanos le hicieron escuchar el último resuello de su hija. Según el informe de Amnistía Internacional, cuando los soldados estadounidenses se dieron cuenta de que la mujer embarazada y los niños asesinados no eran insurgentes, empezaron a eliminar las pruebas de su crimen. "Cuando comprendieron que se habían equivocado del lugar, empezaron a sacar las balas de los cadáveres con las manos y los cuchillos", cuenta Tajir.
El portavoz de Pentágono, Brad Avots, no ha negado las acusaciones del informe y ha reiterado la política de torturas, pero ha insistido en que "el Departamento de Defensa no permite que su personal participe en actos de tortura o tratos crueles, inhumanos o degradantes contra cualquier persona bajo su custodia".
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