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¿Cómo convierte el Estado Islámico a los niños en yihadistas?
La ONU advierte de que el Estado Islámico utiliza cada vez más a menores de edad en su cruzada contra los 'infieles'. En sus centros de entrenamiento los niños se ven obligados a ver videos de decapitaciones y estudiar las ideas del grupo yihadista.
El Estado Islámico recluta y explora los intereses de los niños para obligarles a participar en la guerra, asegura Lelia Zerrougui, representante especial del secretario general de la ONU en materia de los niños y los conflictos armados. "No es un fenómeno marginal. Es algo que estamos observando y parece formar parte de la estrategia del grupo", admitió la funcionaria en declaraciones recogidas por Associated Press . "Están secuestrando a niños y les obligan a unirse al grupo lavándoles el cerebro".
En Raqqa, la ciudad siria considerada 'capital del Estado Islámico', existe una serie de centros de entrenamiento y cursos religiosos para niños destinados a prepararles para la lucha. Los más pequeños trabajan como cocineros o guardias en el cuartel general de la organización yihadista o también como espías para informar sobre sus vecinos. Asimismo el EI ha cerrado numerosas escuelas y cambiado el plan de estudios de otras para adoctrinar en su ideología.
En mayo de 2014, 153 niños kurdos fueron secuestrados y trasladados a la provincia de Alepo. Durante cinco meses los menores fueron obligados a ver videos de decapitaciones y ataques además de ser sometidos a lecciones diarias de ideología yihadista. Contra aquellos que se oponían o trataban de escapar los extremistas usaban sin contemplaciones la fuerza física. Incluso emplearon cables eléctricos para pegar a los niños en las manos, la espalda o las plantas de los pies.
Los expertos admiten que ningún otro grupo yihadista ha utilizado a menores de una manera tan sistemática y organizada como lo hace el Estado Islámico.
En Raqqa, la ciudad siria considerada 'capital del Estado Islámico', existe una serie de centros de entrenamiento y cursos religiosos para niños destinados a prepararles para la lucha. Los más pequeños trabajan como cocineros o guardias en el cuartel general de la organización yihadista o también como espías para informar sobre sus vecinos. Asimismo el EI ha cerrado numerosas escuelas y cambiado el plan de estudios de otras para adoctrinar en su ideología.
En mayo de 2014, 153 niños kurdos fueron secuestrados y trasladados a la provincia de Alepo. Durante cinco meses los menores fueron obligados a ver videos de decapitaciones y ataques además de ser sometidos a lecciones diarias de ideología yihadista. Contra aquellos que se oponían o trataban de escapar los extremistas usaban sin contemplaciones la fuerza física. Incluso emplearon cables eléctricos para pegar a los niños en las manos, la espalda o las plantas de los pies.
Los expertos admiten que ningún otro grupo yihadista ha utilizado a menores de una manera tan sistemática y organizada como lo hace el Estado Islámico.
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