¿Del odio al amor?: Washington parece dar un giro radical a su diplomacia

Washington se comprometió a levantar las sanciones contra Teherán y saludó el acuerdo marco sobre el programa nuclear iraní. Varios analistas refieren un cambio significativo en su estrategia diplomática también con otros países, como Cuba o China. ¿Intenta la Casa Blanca convertir a sus antiguos adversarios en nuevos aliados?

Hoy en día la Administración de Barack Obama actúa de "una manera bastante contradictoria" en la arena internacional, denuncia el semanario alemán 'Der Spiegel'. EE.UU., involucrado de momento prácticamente en todos los conflictos de Oriente Medio, incluso tiene alianzas con naciones enfrentadas entre sí, insiste la revista.

"Las relaciones entre Washington y los dirigentes israelíes han empeorado hasta alcanzar un mínimo histórico en las últimas semanas, mientras que Teherán se ha convertido en un socio de facto en la lucha permanente contra el Estado Islámico, aunque ninguno de los dos está dispuesto a decirlo", escribe el semanario. Además, por la aplicación del 'fracking' en su territorio, EE.UU. ya no depende tanto del petróleo saudita, por lo cual las relaciones con Riad podrían ser reconsideradas o por lo menos congeladas, añade 'Der Spiegel'.

"No debemos engañarnos. Lo que son cambios de políticas en el momento no reflejan ningún cambio de la estrategia general que sigue siendo la penetración económica por parte del 'imperio' estadounidense en los países del mundo", aseguró en declaraciones a RT el activista político Daniel Shaw.

Otros puntos en el mapa de este estratégico cambio estadounidense son Cuba y China. Hace poco John Kerry resaltó que EE.UU. está listo para cooperar más intensamente con el país asiático. Para septiembre próximo, está planeada la visita de Estado del presidente chino, Xi Jinping, a Washington, la primera desde que lidera el país.

En lo que se refiere a la normalización de las relaciones con Cuba, pese al declarado acercamiento, la Casa Blanca sigue manteniendo el bloqueo económico y no cierra la tristemente conocida cárcel de Guantánamo. Hay voces que cuestionan los motivos reales de Washington en este asunto.

"Vemos una política de EE.UU. de intentar aliarse o mostrar ante las cámaras un acercamiento, para tratar de aislar a otros países, en el caso de Venezuela, en el caso de Rusia, cosa que no ha podido lograr y no lo podrá lograr, por cuanto aquellos países que está intentando utilizar para su juego jamás se prestarían para tal situación", opina la analista Laila Tajeldine.