Mientras los manifestantes democráticos egipcios se congregaban en las calles de El Cairo en 2011, oponiéndose enérgicamente al Gobierno de Hosni Mubarak, la entonces secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, se presentaba como defensora de los derechos humanos. Clinton decía que estaba "profundamente preocupada por el uso de la violencia por parte de la policía y de las fuerzas de seguridad egipcias contra los manifestantes".
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Pero detrás de esas escenas, Clinton seguía contrastando objetivos, informa International Business Times. Ella advertía a la Casa Blanca sobre la importancia de la renuncia del presidente Mubarak, a quien previamente había calificado como un amigo de la familia. Entretanto, el Departamento de Estado dirigido por ella, persuadió a Egipto de comprar armas al Gobierno de EE.UU. clasificadas como 'agentes toxicológicos', lo que incluye armas químicas y biológicas, así como vacunas, que luego fueron utilizadas por las fuerzas de Mubarak contra los manifestantes que exigían su destitución, señala la publicación.
La aprobación de las exportación de productos químicos y biológicos para el Gobierno egipcio por el Departamento de Estado gestionado por Hillary Clinton aumentaba a medida que aumentaba el volumen de dólares que fluía hacia la Fundación Clinton (organización con fines caritativos del expresidente estadounidense Bill Clinton y su esposa Hillary).
Un grupo estrechamente vinculado con el Gobierno de Mubarak pagó a Bill Clinton 250.000 dólares en 2010, unos cuatro meses antes del inicio de la revolución egipcia. También hubo negocios de este tipo en 2012.
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La aprobación de la venta de armas químicas estadounidenses a Egipto estaba dirigida a abastecer los intereses de la familia Clinton, en particular con dinero en efectivo. Pero el caso con Egipto es sólo un ejemplo de cómo Hillary Clinton siendo secretaria de Estado aprovechaba el poder para obtener ganancias.
Durante dos años de protestas de la primavera árabe con levantamientos populares que enfrentaron algunos gobiernos, el Departamento de Estado de Clinton aprobó 66 millones de dólares en la llamada Categoría de exportaciones 14, definida como "agentes toxicológicos, incluyendo agentes químicos, agentes biológicos y equipos asociados". Estas armas fueron vendidas a nueve gobiernos de Oriente Medio.