El mundo ha sido testigo de la dramática situación económica que Grecia está afrontando tras un periodo de austeridad, pobreza y desaceleración económica que sus ciudadanos no están dispuestos a soportar tal y como lo demostraron los resultados del último referendo, escribe 'The Guardian'.
Las llamadas 'medidas de rescate', que consisten en privatizar bienes públicos con el fin de aliviar las deudas existentes, no solo traerán consigo más deuda y austeridad, sino que están en contra de las políticas que Tsipras y su partido, Syriza, tanto han defendido.
La difícil posición de Tsipras sumada a la renuncia del ministro de Finanzas Yanis Varufakis fueron motivos suficientes para que miembros de la Unión Europea lo "crucificaran" y "torturaran mentalmente" frente a la opinión pública con el ánimo de demostrar que las decisiones cruciales en este caso debe ser tomadas fuera del territorio griego, asegura el periodista.
La Unión Europea siempre esquivó la responsabilidad democrática e incorporó desregularización y privatización en los tratados
No obstante, y pese a los esfuerzos del Gobierno, es muy probable que la salida de Grecia de la Unión Europea sea la mejor opción a largo plazo para lograr una verdadera reactivación económica.
Sin embargo, la Unión Europea teme que esta posición hostil del pueblo griego frente al autoritarismo de Bruselas desencadene una serie de levantamientos en otros países en contra de los programas de ajuste estructural del FMI y del Banco Mundial. "La Unión Europea siempre esquivó la responsabilidad democrática e incorporó desregularización y privatización en los tratados", asegura Milne.
Según Milne: "La crucifixión en Grecia está matando a la Unión Europea" y de no lograrse una reestructuración profunda en las políticas económicas dentro de todo el territorio europeo, la llamada Comunidad Europea podría verse en riesgo.