"El último año ha sido difícil para México", ha señalado Peña Nieto. Los acontecimientos de Iguala y la fuga de El Chapo Guzmán han recordado "situaciones de violencia, crimen o debilidad del estado de derecho", ha observado el presidente. "Señalamientos de conflictos de interés, que incluso involucraron al titular del Ejecutivo, así como denuncias de corrupción en los órdenes municipal, estatal y federal, y en algunos casos en el ámbito privado, han generado molestia e indignación en la sociedad mexicana", ha agregado Peña Nieto.
Al mismo tiempo, el mandatario ha declarado que actualmente la violencia está disminuyendo en México. "Es un hecho", ha subrayado Peña Nieto. "En 2014, la tasa de homicidios fue 23,4% menor que 2012", ha aportado los datos el presidente. "La tranquilidad está volviendo gradualmente a las calles y a las ciudades", ha asegurado. "Desde el primer día de esta Administración nos propusimos construir un México en paz", ha añadido Peña Nieto.
En el ámbito de la política social, el mandatario ha reconocido que los datos que indican que dos millones de mexicanos se sumaron a la pobreza entre 2012 y 2014 obligan a "redoblar esfuerzos" en esta dirección. Además, el presidente de México se ha comprometido a trabajar sin descanso hasta que la reforma educativa "sea una realidad en todo el territorio nacional". "La educación de calidad llegará hasta la última escuela y rincón del país", ha asegurado Peña Nieto.
Hablando de la difícil situación económica que experimentan las economías en todo el mundo, el presidente ha admitido que México como productor de petróleo ha sufrido una fuerte caída de los ingresos públicos. Para resolver el problema Peña Nieto ha prometido que el Gobierno se apretará el cinturón y gastará menos y mejor. Los impuestos no subirán y el país no se endeudará, ha prometido el presidente.