"Moscú es el único que ofrece un juego diplomático viable porque el plan principal de Washington sigue siendo el cambio del gobierno y no existe ninguna hoja de ruta occidental consistente que garantice aplastar al EI e impida un catastrófico desmembramiento del Estado sirio", escribe Escobar en 'Asia Times'.
Rusia ha instado de forma reiterada a que la coalición internacional coopere con el Gobierno sirio bajo el paraguas de la ONU para luchar contra el grupo yihadista.
El canciller ruso Serguéi Lavrov ha afirmado este mes que Moscú no oculta que está proporcionando ayuda técnica militar al Gobierno de Bashar al-Assad para combatir a los terroristas.
Según Escobar, Moscú ha intensificado su juego diplomático para cerrar la brecha entre Damasco y la oposición fiable creando una verdadera coalición contra el Estado Islámico.
Para el periodista es importante recordar que Lajdar Brahimi, exenviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, ya reconociera en 2014 que el análisis ruso del conflicto sirio era el correcto desde el principio.
"La Unión Europea, por su parte, está pagando el precio de su obsesión con el cambio de régimen al sufrir convulsiones y verse desgarrada por divisiones inacabables, como las provocadas por la crisis de los refugiados", señala el analista.
Al tiempo que la UE busca desesperadamente una solución al trágico rompecabezas sirio, el primer ministro británico David Cameron y el presidente francés François Hollande se están preparando para llevar a cabo ataques aéreos que apenas inquietarán a los brutales líderes del Califato, agrega.