El 3 de noviembre comenzó el foro donde participan los países de la Asociación de Países del Sudeste Asiático (ASEAN), así como socios del diálogo, entre ellos China, EE.UU. y Rusia. Sin embargo, esta vez los participantes no lograron llegar a un acuerdo sobre la situación en el mar de China Meridional, informa RIA Novosti.
"China ha mantenido un contacto directo con Malasia acerca del contenido de la declaración. Además, ya hemos llegado a un consenso con Malasia y otros países de la ASEAN en el texto de la declaración. Sin embargo, algunos países fuera de la región, pese al consenso, han tratado de realizar, de manera violenta, correcciones al documento que no estaban relacionadas con el tema del Foro de Ministros de Defensa de los países de la ASEAN", emitió en un comunicado el ministro de Defensa de China, quien subrayó que "la responsabilidad [por el fracaso] recae completamente en países fuera de la región".
A su vez, un representante anónimo del Departamento de Defensa de Estados Unidos declaró que según Washington "es mejor no tener ninguna declaración antes que una declaración que no aborde el problema de la militarización [por parte de China] del mar de China Meridional", dijo.
La situación se desarrolla en el marco de las tensiones generadas entre Estados Unidos y China tras la construcción de islas artificiales en dicho mar, donde se encuentran varios aliados estratégicos de Washington. La tensión volvió a crecer tras el anuncio de la construcción por parte de China de una pista de aterrizaje en las disputadas islas Spratly del mar de China Meridional, lo que permitiría al gigante asiático iniciar patrullajes en el archipiélago.
Las recientes declaraciones de Washington de que el Ejército de Estados Unidos continuará operando "dondequiera" que lo permita el derecho internacional, en particular en el mar de China Meridional, echaron más leña al fuego de la tensión en la región.
Las aguas del mar de China Meridional, que cuentan con riquezas naturales y son atravesadas por importantes rutas comerciales, son motivo de disputa entre China, Filipinas, Vietnam, Malasia, Brunéi y Taiwán.