Stratfor: Rusia ha encontrado el punto débil de Turquía
"Desde que Turquía derribó el caza de combate ruso Su-24, Moscú trata de castigar a Ankara tanto política como económicamente. Ahora, en su objetivo de generar aún más antagonismo con Ankara, Moscú está ejerciendo su considerable influencia en una cuestión particularmente sensible para Turquía: los kurdos", subrayan analistas de Stratfor, añadiendo que "Rusia sabe cómo apretar los botones geopolíticos exactos de un oponente".
El miércoles el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergéi Lavrov, mantuvo una reunión con el copresidente del prokurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP), Selahattin Demirtas. Además, a principios de octubre, Lavrov discutió la posibilidad de abrir una oficina de representación del Kurdistán sirio en Moscú, y a mediados de diciembre Moscú insistió en que el partido HDP participase en las negociaciones sobre la regulación del conflicto sirio, junto con otros grupos de la oposición. "Rusia sabe que con este apoyo se debilita a Ankara", enfatiza la publicación.
Según los analistas, "la participación del HDP en las negociaciones podría llevar a la creación de una autonomía kurda en el norte de Siria, la cual sería un bastión fértil para la preparación de las acciones del Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK)". "Esto sería un resultado terrible para Turquía y Rusia lo sabe", apuntan.
La interferencia de Moscú llega en un momento clave
Asimismo, el artículo de la firma estadounidense especializada en servicios de inteligencia y espionaje señala que "la interferencia de Rusia en las relaciones entre Turquía y los kurdos llega en un momento delicado": en julio la tregua entre Ankara y el PKK fue violada y desde entonces la confrontación entre ambas partes no hace más que aumentar.
La semana pasada, el Ejército turco desplegó una de sus mayores operaciones contra el PKK y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, amenazó con "destruir" el Ejército kurdo. Cabe destacar que una parte del Parlamento turco tiene como objetivo reducir el grado de tensión a través del diálogo, en lugar de utilizar operaciones militares.
Los analistas destacan que ahora Ankara deberá tener en mente varias posibles complicaciones: el robustecimiento del apoyo a las fuerzas políticas kurdas en Turquía podría plantear la cuestión de la autonomía kurda, y eso a su vez puede apoyar al PKK en sus ataques contra territorio turco.
"Igualmente importante, la agenda de Ankara para fortalecer su influencia en Oriente Medio no tiene en cuenta distracciones políticas y de seguridad interna", señala la publicación, añadiendo que Turquía "ha fracasado" en aumentar la escalada de tensión con Rusia al "no admitir su culpa a través de una disculpa y una compensación adecuada".