Stratfor pronostica más actores en el conflicto sirio, con peores consecuencias
La empresa estadounidense especializada en servicios de inteligencia y espionaje Stratfor ha publicado en su sitio web un pronóstico que contempla una mayor implicación de Arabia Saudita y sus aliados en el conflicto sirio. Estados Unidos y Turquía son los países a los que más "les apetece ver este despliegue de las fuerzas árabes en Siria", afirman los expertos.
No obstante, el posible efecto de una eventual intromisión de un nuevo participante en la guerra se estima más bien negativo. "Puede socavar cualquier intento de crear un frente unido de lucha contra el Estado Islámico en Siria", explica el texto analítico. "En primer lugar, la anunciada coalición antiterrorista islámica parece estar lejos de la unidad. Dirigentes de Malasia, Indonesia y Pakistán han rechazado ya la invitación a afiliarse a la coalición".
Los autores no plantean la cuestión de la ilegitimidad de esta supuesta injerencia, pero admiten que además del apoyo de algunos países sunitas, al colectivo le falta el de Irán y el de la propia Siria. Sin embargo, dicen, para Turquía añadir las fuerzas árabes a la 'mezcla' actual significaría legitimar su propia involucración. Mientras tanto, el mayor obstáculo que impide intensificar la lucha contra el EI es el respaldo que distintos países dan a las varias partes beligerantes dentro de Siria.
Stratfor cree justificada la preocupación de Teherán por el posible envío de las tropas sauditas a la zona del conflicto: "Dado que Irán ya es un patrocinador importante de las fuerzas involucradas en el conflicto por el lado del Gobierno sirio, el riesgo de acabar enfrentándose con las fuerzas sauditas y aliadas aumentará considerablemente".
Por otro lado, los analistas de la empresa de inteligencia y espionaje cuestionan la capacidad de los países del golfo Pérsico de desplegar en Siria una cantidad de tropas suficiente, puesto que están atascados en otro conflicto, el que se está desarrollando en Yemen. Egipto, que no hace mucho aplastó los motines islamistas en su propio territorio, pese a su ingreso en la nueva coalición tiende a apoyar a Damasco en su lucha contra los rebeldes, mientras que Jordania mantiene una postura muy cautelosa.