Una enfermedad amenaza con convertirse en la próxima gran pandemia mundial
Las autoridades ecuatorianas acaban de confirmar los dos primeros casos del virus zika en Quito, mientras que los medios de EE.UU. han anunciado el primer contagio en su territorio, en un hombre del estado de Texas que acaba de regresar de América Latina.
Esta enfermedad fue detectada por primera vez en una zona boscosa en Uganda, en 1947. Sin embargo, el año pasado se extendió de repente en Sudamérica, con infecciones registradas en Brasil, Colombia, Panamá, Paraguay, México, Puerto Rico, Venezuela, Guatemala, El Salvador y Surinam. Asimismo, se ha expandido por el sudeste de Asia y Oceanía.
Aunque es poco frecuente que este virus sea letal, en Brasil ya ha producido la primera muerte. Al mismo tiempo, en 2015 este país registró un gran aumento de recién nacidos con microcefalia: 1.248 casos, siete veces más que en el año anterior. Esta enfermedad genera una disminución considerable del tamaño del cráneo, que provoca retraso mental y trastornos neuróticos, de la audición y la visión en los bebés.
La mayor preocupación radica en la rapidez con la que se está propagando virus por el planeta y el hecho de que podría ser bastante más peligroso de lo que se pensaba. Desde que se detectó el primer caso de zika en Brasil, en mayo pasado, las autoridades de salud estiman que se han contagiado entre 440.000 y 1,3 millones de personas. Este virus se trasmite a través de la picadura de mosquitos tropicales y, de momento, no existe vacuna preventiva ni medicamentos para tratar la enfermedad.
La enfermedad acaba de llegar a EE.UU. y aún no ha afectado a Europa, pero los especialistas señalan que tiene todas las posibilidades de convertirse en una gran pandemia global. Zika podría provocar un pánico similar al del ébola, que tuvo en vilo a todo el mundo en 2014 y 2015, se cobró miles de vidas y también había pasado desapercibido hasta que afectó directamente a Occidente.