¿Cuándo igualará China el poderío aéreo de EE.UU.?
La Fuerza Aérea del Ejército de Liberación Popular de China es capaz de igualar o incluso superar la Fuerza Aérea de Estados Unidos en número de aviones de combate para el año 2030. La reducción de la diferencia en potencial aéreo entre ambos países no solo afectará la cantidad, sino también la calidad, ya que el desnivel tecnológico también disminuirá considerablemente durante este periodo, creen en el Pentágono.
A China solo le faltan 2.000 aviones para alcanzar a EE.UU.
Actualmente la aviación militar china ya dispone de mucho más personal que la de EE.UU., aunque los norteamericanos cuentan con aproximadamente 2.000 aviones más que China, estimó ante un subcomité del Congreso estadounidense el general Mark Welsh, jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea.
"A juzgar por el ritmo y los modelos que construyen, hacia el 2030 [los chinos] habrán llenado ese hueco de 2.000 aviones y serán al menos tan grandes como nuestra Fuerza Aérea o más", afirmó el militar, cuyas palabras recoge la revista 'The National Interest'.
EE.UU. ralentiza la intensidad de su modernización
Según Welsh, no solo el número es un problema, sino también las crecientes capacidades de los nuevos aviones. Destacan los aviones furtivos completamente nuevos Chengdu J-20 y Shenyang J-31, aunque los chinos también actualizan con éxito aviones de generaciones anteriores que ya están en sus hangares, como el Shenyang J-11D y el J-16. Además, Pekín sigue importando los más avanzados aviones de combate rusos, como el temible caza polivalente Sukhoi Su-35S (Flanker-E en la designación de la OTAN).
"No estamos al día en esta clase de desarrollo tecnológico", se quejó el general. En su opinión, solo se podrá reparar la brecha si EE.UU. vuelve a lanzar los programas de modernización del avión cisterna Boeing KC-46, el avión de ataque Lockheed Martin F-35 y el bombardero de largo alcance Northrop Grumman B-21. Sin embargo, ni siquiera entonces la Fuerza Aérea estadounidense recuperaría la superioridad en el aire que tenía después del fin de la Guerra Fría.