Nuclear, furtivo y armado con 200 misiles: así se perfila el futuro destructor de Rusia (fotos)

Una revista alemana ha calculado el número de misiles que portarán los buques de clase Líder rusos y cree que su potencial reducirá los mares navegables para las flotas "hasta ahora omnipotentes" de EE.UU.

Este mes mayo el Ministerio de Defensa de Rusia se decantó por que los futuros destructores de clase Líder, uno de los proyectos más prometedores de la Marina de guerra rusa, se alimentaran de energía nuclear. Esta decisión ha propiciado en la prensa occidental un renovado interés por los buques, todavía sin asignar a ningún astillero, que consideran en mucho enigmáticos.

"Oficialmente el buque de guerra es un destructor. Sin embargo, con un desplazamiento de 17.500 toneladas esos destructores serán tan grandes como los cruceros pesados de la segunda guerra mundial y superarán hasta a los buques de clase Zumwalt de EE.UU. con sus 15.656 toneladas", destaca la revista alemana 'Stern'. De esta manera el futuro buque se compara con los destructores más novedosos construidos para la Armada estadounidense: el primero de esta serie fue botado en octubre de 2013 y se espera que sea incorporado en octubre próximo.

El Pentágono redujo de siete a tres el pedido de esos buques, mientras que Rusia tiene programado construir seis para el año 2022 y al menos una veintena en totalidad, según informó el sitio web arms-expo.ru a principios de este año.

La futura serie de destructores Líder es conocida también como 'proyecto 23560' (conforme a su código en los programas militares rusos). 'Stern' señala que uno de los primeros destructores de esta serie llevará el nombre del difunto jefe de la diplomacia y primer ministro ruso Yevgueni Primakov. Sus dimensiones serán de 200 metros de eslora y 20 metros de manga.

"Aún se sabe poco con exactitud sobre la proyectada clase 23560 Líder, salvo que es terriblemente grande", sintetiza el periodista Gernot Kramper. Destaca también las propiedades furtivas que deben de tener estos buques.

No obstante, la cifra más impresionante es el número de misiles que podrá portar cada destruсtor. Ante todo, podrá atacar objetivos terrestres con una decena de misiles de crucero Kalibr-NK. Además, albergará hasta 60 misiles de crucero antibuque, un total de 128 distintas armas antiaéreas y 16 misiles guiados antisubmarinos. Una versión naval del nuevo sistema antiaéreo S-500 le asegurará una amplia defensa contra los ataques de los misiles y los aviones enemigo.

Al sumar estas cifras y multiplicarlas por doce (el número de esta clase de destructores incluido en el programa de abastecimiento con armas de las Fuerzas Armadas de Rusia para el año 2025) el autor del breve ensayo obtiene el balance de misiles por clase de buques: 2.400 (unos 200 por unidad). A continuación se pregunta: "¿Qué quiere Rusia con una flota tan poderosa?".

En su opinión, el proyecto es semejante con lo que plantea China: establecer unas zonas de paso restringido en los mares colindantes. A medida que Rusia construya su flota de novedosos destructores, "los mares mundiales resultarán cada vez más pequeños para los hasta ahora omnipotentes grupos de ataque de portaaviones de EE.UU", ironiza Kramper. Además, estas supuestas zonas "podrían ser reforzadas a voluntad por los cruceros móviles del Kremlin".

En junio de 2015 el comandante en jefe de la Marina rusa, el almirante Víktor Chirkov, anunció que la construcción de los destructores de clase Líder podría comenzar en 2019.