El antiguo vicedirector y director en funciones de la Agencia Central de Inteligencia, Michael Morell, se ha unido al coro de los desafectos con el magnate Donald Trump, al compartir la acusación de otros tantos de que el candidato a la Presidencia de EE.UU. "no tiene experiencia en materia de seguridad nacional". Declara en un artículo de opinión publicado por 'The New York Times' que va a votar por la demócrata Hillary Clinton y su argumento principal es un imaginario vínculo entre su rival republicano y Rusia.
"El presidente de Rusia, Vladímir Putin —sostiene—, fue un oficial de inteligencia profesional, entrenado para identificar las vulnerabilidades en un individuo y explorarlas. Es exactamente lo que hizo en el comienzo de las primarias". "Putin jugó con las vulnerabilidades de Trump halagándolo. Y él respondió tal y como Putin había calculado", asegura el autor, haciendo referencia a una serie de comentarios positivos del magnate sobre el gobernante ruso y su política.
A continuación Morell exagera el grado de aceptación por Trump de la política exterior de Moscú y sintetiza: "En los servicios de inteligencia diríamos que Putin ha reclutado a Trump como agente involuntario de la Federación de Rusia".
El autor advierte también sobre los peligros que emana la propia personalidad de Trump. A su juicio, no solo se trata de los riesgos emergentes en caso de que llegue a la Presidencia: "Ya perjudica a nuestra seguridad nacional".
Sin embargo, durante la argumentación el exdirigente del servicio secreto confunde criterios dividiendo lo político y lo relacionado con la seguridad. En su opinión, Trump "socava la seguridad" con su propuesta de prohibir la entrada al país a los musulmanes, pero Morell solo alega "los valores fundacionales de la nación", que no fueron elaborados a partir del criterio de seguridad.
Esta lógica defectuosa no pasó desapercibida para el candidato republicano. No tardó mucho en denunciarla como un "intento de salir por la tangente" de las acusaciones contra la administración de Barack Obama y la candidata oficialista. Recordó el escándalo por la entrega a Irán de 400 millones de dólares en efectivo y sospechas que se ciernen sobre la exsecretaria de Estado, específicamente en materia de seguridad.
"No es ninguna sorpresa que su campaña haya soltado a otro peón de Obama y Clinton (que no es nada independiente)", dijo Trump en un comentario que cita el periódico 'The Hill'.