Incautan al Estado Islámico documentos que arrojan luz sobre sus operaciones fallidas
El portal informativo estadounidense The Daily Beast ha hecho públicos y cita varios documentos procedentes del mando operacional del Estado Islámico en la gobernación siria de Damasco.
Los papeles fueron interceptados por un grupo de combatientes 'moderados', que desobedece tanto al Gobierno de Siria como al 'califato', la denominada 'Brigada Ahmad Abdo'. Todos estaban en varias carpetas que portaba un jefe militar islamista abatido en junio pasado.
Pagos retardados a los combatientes, divergencias internas, escasez de municiones, errores administrativos y operacionales son algunos de los problemas que afronta el EI en el territorio sirio. Sin embargo, hace pocos meses los extremistas subordinados a Abu Bakr al Baghdadi aún no renunciaban a sus ganas de consolidar su liderazgo entre los grupos armados.
Un documento filtrado evidencia cómo fue frustrado un plan de derrotar a los rebeldes respaldados por Occidente en la localidad de Dumayr, a unos 40 kilómetros al noreste de la capital siria. La culpa, según una investigación interna, fue de un agente doble al que la cúpula gobernante del 'califato' había designado emir de la zona.
Al anunciar una reunión de los jefes regionales del Estado Islámico bajo el pretexto de la futura ofensiva, el "apóstata", identificado como Abu Hudhaifa al Ghoutani, planificó una masacre. Su intención fue acabar de golpe con todos los jefes subordinados colocando varios artefactos explosivos en el lugar de la cita.
Según el reporte, el plan fracasó "por la gracia de Alá" y acto seguido Al Ghoutani se dio a la fuga. Robó al EI unos 6.500 dólares, una cámara, algunos explosivos plásticos y circuitos para detonarlos, una pistola y centenares de cartuchos, enumera el citado documento.
Fue un "alto oficial de seguridad" quien descubrió la 'brecha' y propuso contestar a la brigada Ahmad Abdo con varias motocicletas bomba. Pero aquel plan también fracasó, ya que no ocasionó el número de víctimas que los yihadistas esperaban.