Las consecuencias del ataque de EE.UU. contra tres radares en Yemen pueden ser imprevisibles tanto para Washington como para toda la región de Oriente Medio, según expertos consultados por el periódico ruso 'Kommersant', que opinan que es importante que EE.UU. "se abstenga de medidas drásticas" y no se involucre en esa guerra.
- Este jueves, las Fuerzas Armadas de Estados Unidos bombardearon con misiles de crucero Tomahawk, lanzados desde el destructor USS Nitze, tres radares en Yemen como respuesta al ataque a un destructor estadounidense desde el territorio que está bajo el control de los rebeldes hutíes.
- Según el portavoz del Departamento de Defensa estadounidense, Peter Cook, "los ataques limitados, de naturaleza defensiva" tenían como objetivo proteger a los estadounidenses, a los buques de la Armada norteamericana y la libertad de navegación en la región. Ha agregado que en el futuro también responderán "a este tipo de amenazas a sus barcos y al transporte comercial marítimo".
- Los ataques, autorizados por el presidente estadounidense Barack Obama, representan la primera acción militar directa de Washington contra objetivos controlados en el conflicto de Yemen.
Los rebeldes hutíes han negado cualquier implicación en el ataque al destructor USS Mason, calificando las acusaciones del Pentágono de una "mentira total diseñada para justificar la agresión contra el pueblo yemení".
Mientras tanto, según constata 'Kommersant', las últimas noticias de Yemen, como la muerte de al menos 140 personas en cuatro ataques aéreos de la coalición liderada por Arabia Saudita contra un funeral en la capital yemení, ponen de relieve la escalada del conflicto. EE.UU. reaccionó de forma muy fuerte a este incidente, amenazando con renegociar los términos de la cooperación de seguridad entre Washington y Riad.
Hasta este jueves, EE.UU. no se había implicado directamente en la guerra civil de Yemen, limitándose a operaciones contra los terroristas de Al Qaeda que operan en este país. Ahora esta situación podría cambiar.
"Una nueva etapa y un nuevo grado de implicación"
La asesora del director del Instituto Ruso de Estudios Estratégicos, Elena Supónina, ha recordado en comentarios a 'Kommersant' que en sus operaciones anteriores en Yemen EE.UU. solía utilizar aviones no tripulados, a menudo cometiendo errores que se saldaban con la muerte de los civiles.
Sin embargo, ahora, tras el ataque contra las posiciones de los hutíes, "estamos ante una nueva etapa y un nuevo grado de implicación" de Washington en el conflicto, señala la analista, que advierte de que "esto es extremadamente peligroso, incluso para el propio EE.UU.".
La experta subraya que "Arabia Saudita actuó muy imprudentemente al iniciar una operación militar en ese país hace más de un año", y ahora le toca a EE.UU. "abstenerse de medidas drásticas, y no dejarse arrastrar a los enfrentamientos internos yemeníes", concluye Supónina.