"¿A quién quieren engañar?": EE.UU. busca revivir el 'Día D' en dos países a la vez"
Apenas iniciada la ofensiva para liberar del Estado Islámico la ciudad iraquí de Mosul, el Ejército estadounidense y sus aliados se encuentran ya pensando en librar una batalla paralela en otra de las importantes ciudades controladas por los yihadistas: la siria Raqqa. A pesar de ello, "el problema es que nadie se pone de acuerdo sobre quién debería pelear aquel combate", destaca Bloomberg.
Según la agencia, que cita la opinión del comandante de la operación estadounidense contra el Estado Islámico, el único grupo capaz y listo para llevar a cabo una batalla de este tipo es el de las Fuerzas Democráticas Sirias, las cuales están compuestas principalmente por combatientes kurdos.
Internet se inunda de videos con sangrientas imágenes de la batalla de Mosul (VIDEOS) https://t.co/x0Vq46j0QDpic.twitter.com/ZdW5zDgDH5
— RT en Español (@ActualidadRT) 26 de octubre de 2016
Un poderoso juego geopolítico
La analista política, escritora y comentarista especializada en Oriente Medio Catherine Shakdam se muestra escéptica en una nota para RT sobre el éxito que podría obtener este tipo de operaciones. "¿Desean revivir el 'Día D' pero no en un país sino en dos a la vez? (...) ¿A quién quieren engañar?", se pregunta Shakdam, quien considera que las promesas para liberar al mundo del Estado Islámico pueden sonar más como una oferta de campaña en época de elecciones presidenciales.
Según la analista, la respuesta que tiene EE.UU. para destruir al terrorismo reposa en el movimiento kurdo. Algo que de convertirse en realidad podría activar ciertas delicadas disputas y tensiones geopolíticas en la región. Considera que una victoria de los militantes kurdos en territorio sirio e iraquí podría representar un ataque directo contra la integridad territorial de Turquía, algo que no sería muy bien visto por el Gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan.
Estas arriesgadas acciones, según Shakdam, se estarían tomando para lograr una victoria que quedara fuera del control de Damasco y del Gobierno de Bashar al Assad, que Rusia apoya. "El cariño por los kurdos es en realidad un deseo de EE.UU. de proyectar una política controlada en el Oriente Medio, mientras que la resistencia se ha convertido en un movimiento geopolítico palpable", considera Shakdam.