"Cuba no renunciará a sus principios bajo la presión de la Administración de Trump"
Cuba seguirá dialogando con EE.UU. a pesar de las fuertes declaraciones del presidente electo estadounidense, Donald Trump, sobre el fallecido líder de la revolución cubana, Fidel Castro. Así lo aseguró este lunes el profesor del Instituto Superior de Relaciones Internacionales de Cuba, Néstor García Iturbe, en conversación con la agencia TASS.
"No nos gustó lo que el señor Trump dijo sobre Fidel Castro", destacó el politólogo, refiriéndose al comunicado del recién elegido presidente estadounidense en el que llamó a Castro "brutal dictador". "Pero así es la política americana", admite el experto, que subraya la voluntad de La Habana de seguir adelante con el diálogo abierto con EE.UU., pese a la presión de la nueva Adminisración. "Continuaremos el diálogo siempre que no renunciemos a nuestros ideales", afirma.
"No hay que sobreestimar las declaraciones de Trump"
"EE.UU. se porta en las negociaciones con Cuba como los jugadores de póquer: mira las cartas con expresión alegre en la cara, pero eso no significa que, en realidad, tienen muchos triunfos en las manos", explica el experto, subrayando que no hay que sobreestimar las declaraciones del nuevo presidente de EE.UU. sobre sus intenciones de revisar la política de acercamiento entre Washington y La Habana.
"Es evidente que Trump quiere empezar el diálogo desde la posición del fuerte", destaca el politólogo, que recuerda que la isla "sabe superar la presión de otros países" y que "ella misma ha aprendido a aplicarla". El embargo económico-comercial que soporta desde hace medio del siglo lo pone de manifiesto, según el experto. "Y si mañana EE.UU. vuelve a rechazar las relaciones con Cuba, eso significará una nueva etapa de dificultades, pero no la muerte del país", resume.
"Trump tendrá que revisar su actitud"
Las relaciones entre La Habana y Washington tras la toma de posesión de Trump se caracterizarán por las respectivas tentativas de presionar a la otra parte, asegura Iturbe, que plantea que la cuestión clave pasa por saber quién "consentirá ceder y cuáles serán las cesiones". Según el experto, Trump tendrá que revisar su actitud, porque la mayoría de los votos que lo han aupado a la presidencia son los de los granjeros blancos y de la gente que vive fuera de las ciudades grandes, que "esperan con impaciencia la suspensión del embargo comercial para empezar a gestionar sus negocios con Cuba y vender sus mercancías a la isla".
Y aunque el experto no descarta que Trump puede abolir o modificar algunas cláusulas adoptadas por Barack Obama", considera que no serán cambios significativos. Según él, estos cambios no influirán, por ejemplo, en la posibilidad de enviar de EE.UU. a Cuba transferencias de dinero, que era una de las medidas "destinadas a las actividades subversivas político-ideológicas que empezó la Administración de Obama y que la Administración de Trump continuará".