El jefe retirado del Ejército de Pakistán, Raheel Sharif, ha aceptado convertirse en el primer comandante de la Alianza Militar Islámica para la Lucha contra el Terrorismo (IMAFT, por sus siglas en inglés) encabezada por Arabia Saudita, informa el diario 'The Guardian'.
Esta alianza, conocida también como la 'OTAN musulmana', está formada por 39 naciones islámicas de mayoría sunita y tendrá su sede en Riad. Su creación fue anunciada a finales del 2015 para luchar contra el terrorismo y amenazas como el Estado Islámico. Irán, un país de mayoría chiita y el principal rival de la monarquía saudita, no forma parte de este nuevo bloque militar.
Por su parte, Pakistán se encuentra en una encrucijada al tratar de mantener buenas relaciones tanto con la vecina República Islámica como con Arabia Saudita, que alberga miles de inmigrantes pakistaníes y país que financia varios proyectos de Islamabad. Por este motivo, el nombramiento de Sharif ha sido rechazado por unos y aplaudido por otros. Los analistas temen que la rivalidad entre Riad y Teherán alimente el conflicto sectario entre sunitas y chiitas pakistaníes.
No se sabe si el IMAFT seguirá el modelo de la OTAN o actuará como las fuerzas de paz de la ONU. "Hay una pregunta, hasta qué punto esta alianza será una fuerza no partidista. Está dominada por los reinos árabes conservadores, por lo que no es bien visto por Irán, Irak y Siria", comentaron analistas de defensa paquistaníes, que advierten que Pakistán podría ser arrastrada por el IMAFT a conflictos en otros países. Islamabad se había negado a participar en los bombardeos que la coalición árabe, liderada por Riad, lleva a cabo desde hace dos años contra los chiitas hutíes en Yemen.