¿Será capaz la Alianza Militar Islámica para la Lucha contra el Terrorismo (IMAFT, por sus siglas en inglés) encabezada por Arabia Saudita convertirse en un bloque de pleno valor? Esta y otras preguntas con ayuda del portal Lenta.ru las responderemos a continuación:
¿Qué es la 'OTAN musulmana'?
Esta alianza, también conocida como la 'OTAN musulmana', está formada por 39 naciones islámicas de mayoría sunita y tendrá su sede en Riad. Su creación fue anunciada a finales del 2015 para luchar contra el terrorismo en Siria, Yemen y Libia. Fueron invitados a formar parte del bloque casi todos los países musulmanes, a excepción de Irán, Siria e Irak, lo que convirtió a la alianza en una organización sunita. Irán es una nación de mayoría chiita y el principal rival de Riad.
¿Cuál es el poderío de este bloque?
En marzo y abril del año pasado, Arabia Saudita organizó una maniobra de demostración en la que participaron 21 países miembros de la IMAFT. Los ejercicios terminaron con una contundente victoria sobre el hipotético enemigo. Estos resultados llevaron a la monarquía saudita a hacer amenazantes declaraciones contra Damasco, indica la publicación.
Sin embargo, en la verdadera guerra que la coalición árabe, liderada por Riad, lleva a cabo en Yemen desde el 2014 ha tenido resultados "decepcionantes". "Resulta que el dinero no es suficiente para obtener la victoria. Los tres países con los ejércitos mejor preparados de la región decidieron no tomar parte en la intervención yemení: Turquía, Pakistán y Egipto, que solo envió un pequeño contingente. Ante esto Riad concluyó que sin Ankara ni Islamabad la 'OTAN musulmana' no tiene futuro".
Una cooperación tan necesaria como el aire
En el 2015, Arabia Saudita y Turquía firmaron un acuerdo de asociación estratégica. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, al darse cuenta de las pocas posibilidades existentes de que su país llegue a formar parte de la Unión Europea, comenzó a trabajar en la creación de su propia zona de influencia en Oriente Medio. Para ello necesitaba un socio, y Riad con sus petrodólares era el candidato adecuado.
Pero esta cooperación también resultó beneficiosa para los sauditas. Turquía es uno de los países más grandes y mejor armados de la OTAN, y al igual que a Arabia Saudita le irritaba el comportamiento de EE.UU. en la región.
Amor y odio en un mismo envase
La situación de Pakistán es mucho más complicada. Islamabad y Riad son aliados y rivales al mismo tiempo. Por un lado, Pakistán es un país militarmente fuerte con un enorme arsenal nuclear, pero débil económicamente y aquí es apoyado por Arabia Saudita. Por otra parte, a Islamabad le irritan las pretensiones de Riad de querer liderar la comunidad musulmana.
Arabia Saudita incluyó a Pakistán como miembro de la IMAFT sin consultarle previamente, aunque con el tiempo Islamabad señaló que ingresaría en la nueva alianza y como muestra de agradecimiento por la 'hospitalidad' de Riad el Ejecutivo pakistaní pretendía enviar sus tropas a Yemen. Sin embargo, esta iniciativa fue rechazada por el Legislativo.
Otro aspecto es que la alianza de Pakistán con la 'OTAN musulmana', conduciría inevitablemente a un deterioro de las relaciones con su vecino, Irán. Esa alianza activaría el conflicto sectario entre sunitas y chiitas pakistaníes, algo que Islamabad ha estado tratando de evitar. Además su economía está atada al petróleo y gas iraní.
Nombramiento del primer comandante de la IMAFT
La noticia de que el jefe retirado del Ejército pakistaní, Raheel Sharif, y una de las personas más populares del país haya aceptado convertirse en el primer comandante de la IMAFT tuvo un gran impacto en Pakistán, que hasta entonces mantenía un equilibrio entre Riad y Teherán.
El entorno de Sharif argumenta que el general puso tres condiciones obligatorias a los sauditas para aceptar el cargo: tener libertad para tomar decisiones, tener derecho para arbitrar en caso de disputa entre miembros de la alianza y que Irán también forme parte de la 'OTAN musulmana'. Según Lenta.ru, todas esas condiciones fueron aceptadas por Riad.
Un futuro confuso
"Hasta hace poco, la idea de la IMAFT parecía una fantasía debido a que está compuesta por actores demasiado diferentes, con objetivos muy diversos y la ausencia de un enemigo común. La declaración de que la organización tiene como objetivo luchar contra el terrorismo provoca risas, dado que varios de sus miembros clave, directa o indirectamente, apoyan a grupos extremistas y los utilizan para sus propios fines", señala el portal.
La propia configuración de la IMAFT provoca confusión. Pakistán, por ejemplo, espera que la alianza refuerce su posición en la confrontación con la India, Egipto espera que la ayude a lidiar con los islamistas en el Sinaí, pero ni Islamabad ni El Cairo están dispuestos a ayudarse mutuamente. Por último, Turquía es miembro de otro bloque militar, y ¿qué pasaría si surge un conflicto de intereses entre la OTAN y la IMAFT?
La alianza también está compuesta por naciones que se encuentran en guerra civil o de facto divididas, como Libia o Somalia. Otro de sus miembros es Palestina, que figura como Estado independiente, y automáticamente involucraría a la IMAFT en una confrontación con Israel. Por el momento, este diseño parece completamente inviable. Sin embargo, si los sauditas logran obtener el respaldo absoluto de Pakistán, la 'OTAN musulmana' tendría posibilidades reales para llegar a tener éxito, finaliza la publicación.