Inspirado en el kung-fu y Silicon Valley: revelan cómo Jack Ma abordó el comercio por Internet
No solo una rígida ética corporativa y la ruptura definitiva con la habitual cultura burocrática en China son claves del éxito de la empresa Alibaba. Un exasesor del ahora magnate chino más famoso del mundo, Jack Ma, ha desvelado en un libro algunos rasgos de su personalidad que le ayudaron a construir ese emporio.
'Alibaba. La casa que Jack Ma construyó' de Duncan Clark es la historia del increíble ascenso de un proyecto innovador, que ha salido a la luz en varios idiomas.
Para su equipo el magnate fue un maestro del kung-fu
Entre las revelaciones del libro destaca la imagen que dejó el fundador de Alibaba en la mente de su futura 'mano derecha', el inversor taiwanés Joe Tsai. En la primera cita de ambos en mayo de 1999 Ma lo recibió en su apartamento en la ciudad de Hangzhou sentado al revés en una silla y dando palmadas a manera de un personaje conocido de una novela sobre el kung-fu.
Con posterioridad se confirmó la importancia de aquel personaje ficticio para el magnate del comercio por Internet. Prácticamente se había identificado con aquel maestro de filosofía y artes marciales, llamado Feng Cin-yang. Ese personaje, proveniente de la novela 'Swordsman' de Jin Yong, vivía en solitario y se dedicaba a formar como héroes a sus discípulos, teniendo una naturaleza "impredecible pero cuidadosa".
Cada empleado en la vida real de Ma recibía algún alias sacado de las novelas del mencionado escritor y el propio empresario fue apodado 'Feng' dentro del equipo. El libro hace creer que aquella práctica buscaba cultivar un ánimo corporativo.
Jack Ma pasaba fácilmente del idioma mandarín al inglés, del que tenía un buen dominio. Y eso que fue materno para él otro dialecto de chino, no provenía de una capa privilegiada de la sociedad china, no se había graduado de las más prestigiosas universidades, ni tampoco había trabajado en ninguna compañía internacional.
"Uno de nosotros equivale a 10 estadounidenses"
Las compañías de Silicon Valley eran un punto de referencia para el empresario chino. A los primeros empleados los invitó a "conocer la manera ardua en que se trabajaba" en dicha región de California. "Si venimos al trabajo a las 8:00 de la mañana y nos vamos para casa a las 5:00 de la tarde, no habrá una compañía de tecnología punta y Alibaba nunca llegará a tener éxito", les dijo.
Ma ensalzaba a las empresas tecnológicas de EE.UU. y también incentivaba a que sus subordinados compitieran con ellas. "Los estadounidenses son fuertes en el 'hardware' y sistemas, pero en la programación y la administración de información los chinos no les desmerecen nada. —decía—. Creo que cada uno de nosotros podemos equivaler a 10 estadounidenses".
Alibaba creció junto a Internet
A principios de 1999, cuando Jack Ma fundó su empresa, en China había cerca de dos millones de usuarios de Internet. Si bien, dentro de los próximos seis meses aquella cifra se duplicaría y volvería a duplicarse para el fin de aquel año. Hacia el verano del 2000 China ya contaría con 17 millones de internautas.
Sin embargo, desde el principio el fundador declaró su ambicioso objetivo: ayudar a "millones" de fábricas chinas a encontrar sus puntos de venta en el extranjero. A los empresarios les urgía contar con la agilidad necesaria para comercializar sus productos esquivando los servicios de las compañías estatales y Alibaba les ofreció una herramienta casi inalterable para conseguir nuevos mercados.