Los tres asesinos en serie más sanguinarios en la historia de Rusia
Esta semana, las autoridades rusas han acusado formalmente del asesinatode 84 mujeres al expolicía Mijaíl Popkov, conocido como 'El limpiador'. Con este espeluznante número de víctimas, Popkov se convirtió en el asesino en serie más prolífico en la historia de Rusia, si bien tiene 'rivales' en términos de brutalidad implacable.
Andréi Chikatilo, 'El destripador de Rostov', 52 víctimas
Más allá del gran número de víctimas, Andréi Chikatilo es, sin duda, el asesino en serie más famoso de Rusia y la URSS, cuya busca y captura sirvió de argumento a una película de Hollywood ('Ciudadano X', 1995). Aparte ser el más conocido, fue también uno de los más salvajes y crueles.
Una infancia terrible en una pequeña aldea afectada por la hambruna, donde la muerte y el canibalismo eran parte del día a día; las humillaciones y marginalización en la escuela, y los complejos patológicos, entre otros factores, se combinaron para crear a quien se conocería también como el 'Satán de los bosques'.
Entre 1978 y 1990 mató al menos a 52 personas, mujeres y niños en su mayoría, siendo su víctima más joven un niño de siete años. El asesino atraía a los menores bajo diferentes excusas, como prometerles un chicle (en el caso de su primera víctima, una niña de nueve años), mostrarles un aparato de video o su colección de sellos, etc.
La mayoría de sus asesinatos los cometió en la región de Rostov, donde vivía, pero también en otras zonas de la Unión Soviética. La crueldad de sus crímenes superaba todos los límites: mataba a algunas de sus víctimas con decenas de puñaladas; cometía torturas y violaciones con ensañamiento, realizaba —a veces con sus propios dientes— terribles amputaciones, que le proporcionaban un perverso placer sexual.
En diciembre de 1985, arrancó una operación especial controlada por el Comité Central del Partido Comunista de la URSS, quizás la mayor jamás realizada por la Policía soviética y rusa. Por el camino, los agentes descubrieron más de mil crímenes, mientras que el propio Chikatilo siguió asesinando, e incluso llegó a participar en su propia búsqueda como voluntario.
Este juego del gato y el ratón entre un asesino grotesco y astuto y las miles de personas que lo rastreaban duró varios años, pues el criminal no fue capturado hasta el 20 de noviembre de 1990. Chikatilo fue condenado a muerte en 1994. Su sentencia fue recibida con aplausos, y fue ejecutado el 14 de febrero de 1994.
Alexánder Pichúshkin, 'El asesino del ajedrez', 49 víctimas
A primera vista, la repetición tétrica de las circunstancias de los crímenes cometidos por Alexánder Pichúshkin no es comparable con el dramatismo de Chikatilo, pero crea un sentido de horror cotidiano si pensamos en la naturaleza rutinaria y de sangre fría de sus asesinatos, perpetrados durante varios años uno tras uno en un parque de Moscú, justo al lado de su casa, y hasta algún momento, con total impunidad.
Cometió su primer asesinato —que en el juicio comparó con "el primer amor" que es "imposible de olvidar"— en 1992, con 18 años, cuando mató a un compañero de la universidad porque se había negado a acompañarle en sus crímenes. A partir del 2001, empezó a cometer delitos en masa.
En un primer momento, Pichúshkin trató de matar a los alcohólicos, vagabundos y otros que, en su opinión, no tenían derecho a vivir, pero pronto pasó a sus amigos, porque, según explicó después, "matar a alguien a quien conoces es especialmente agradable".
A pesar de ser un bebedor frecuente, Pichúshkin hacía ejercicio regularmente, así como siempre estaba sobrio mientras a sus víctimas les ofrecía beber vodka en un lugar retirado del parque, aunque en realidad, a solo unos metros de los populares senderos. Allí, esperaba a que se embriagaran, antes de escoger una pausa en la conversación para golpearlas con un martillo en la cabeza.
Se describía como un "cazador" o el "Rey del Bosque", pero también confesó al juez que disfrutaba del poder de decidir el destino de su víctima.
"Me gustaba escuchar sus sueños, deseos y planes... Porque ya sabía que ninguno de ellos se haría realidad"
Alexánder Pichúshkin, asesino en serie
Alexánder Pichúshkin es conocido como el 'asesino del martillo', 'el asesino del parque de Bitsa', y también el 'asesino del ajedrez', puesto que, cuando finalmente fue detenido en 2006, la Policía descubrió en su vivienda en Moscú un tablero de ajedrez en el que iba tapando las casillas a medida que mataba a sus víctimas, con la intención de ocuparlas todas y 'batir el récord' de Chikatilo. El tablero tenía 61 casillas tapadas, pero solo fueron probados 49 asesinatos. El 29 de octubre de 2007, Pichúshkin fue condenado a cadena perpetua.
Mijaíl Popkov, 'El limpiador', 84 víctimas
El expolicía Mijaíl Popkov, conocido como 'El limpiador' o 'El loco de Angarsk', comenzó a violar y matar mujeres jóvenes en esta ciudad siberiana en 1992 y no fue detenido hasta el año 2012, convirtiéndose en el peor asesino en serie en la historia de Rusia. Todas sus 84 víctimas eran mujeres jóvenes, con una edad media de 24 años, aunque su víctima más joven tan solo tenía 16.
Al ser engañado por su mujer, se dedicó a "limpiar" la ciudad de "depravadas", según sus propias declaraciones. Cuando Popkov veía a mujeres en estado de embriaguez haciendo autostop, paraba su coche y se ofrecía a llevarlas hasta casa. Por el camino les proponía "seguir la fiesta en otro sitio". Si las chicas se negaban, las dejaba en sus casas, pero si aceptaban, las violaba y acababa con sus vidas con crueldad, usando un cuchillo, un hacha o un destornillador, lo que tuviera a mano.
La búsqueda del 'loco de Angarsk' duró casi dos décadas, en gran parte, debido a la negligencia de los investigadores. En 1998, más de veinte episodios similares se combinaron en un solo caso y se formó un grupo de investigación especial. Tras ser cerrado en 2001, el caso se reanudó en 2002 y la investigación tomó otros 10 años.
Finalmente, dos pistas llevaron a los investigadores hasta el asesino: las marcas de neumáticos de su coche en los lugares de los crímenes y el análisis de las muestras de ADN de 3.500 sospechosos, que proporcionó la prueba definitiva. Popkov fue detenido en junio de 2012 en un tren camino a la ciudad rusa de Vladivostok.