Patriotismo a la polaca: Varsovia gastará su presupuesto militar anual en misiles de EE.UU.
El ministro de Defensa Nacional Antoni Macierewicz anunció el pasado 31 de marzo que Polonia está preparada para firmar un acuerdo con EE.UU. con el que adquirir a Washington de ocho sistemas de misiles superficie-aire Patriot. "Esperamos que el primer complejo llegue a Polonia dentro de dos años tras la firma del acuerdo", afirmó.
Según su ministerio, Polonia gastará en los sistemas 30.000 millones de zlotys (9.000 millones dólares estadounidenses), una cifra que equivale al presupuesto anual de ese país, que tiene una deuda externa de 354.000 millones de dólares.
En 2015, el entonces presidente polaco, Bronislaw Komorowski, anunció el inicio de las negociaciones con Washington, aunque en aquel entonces solo se hablaba de 5.000 millones de euros.
Varsovia pretende contar con un sistema de misiles para contrarrestar los complejos de misiles táctico operativos Iskander, sistemas rusos que se encuentran cerca de las fronteras occidentales de Rusia a raíz del deterioro de las relaciones entre Moscú y la OTAN.
Ya se conoce el comprador
Entre los vendedores potenciales figuraban la empresa norteamericana Raytheon (el productor de los Patriot), la compañía francesa Thales y el consorcio europeo Matra BAE Dynamics Alenia. Finalmente, las autoridades polacas se han decidido a favor de la primera.
Según varios medios, Varsovia quiere obtener el misil MIM-104, la última versión del Patriot considerada como uno de los mejores sistemas, los cuales ya han adquirido Alemania, Israel, Japón, España y Países Bajos entre otros Estados.
Además, Polonia continúa manifestando su apoyo a EE.UU. y Washington ha instado en numerosas ocasiones a los gobiernos europeos a que aumenten su gasto en defensa.
¿Para qué necesita Polonia los Patriot?
El Ministerio de Defensa polaco trata de llevar a cabo el proyecto titulado Wisla, sistema escalonado de defensa antiaérea y misilística. Varsovia espera que dos baterías tipo Patriot formen parte de esa iniciativa a partir de 2019 y que un año más tarde el proyecto cuente con otras seis.
Además, desde 2014 Polonia sigue apoyando la ampliación de la OTAN y el pasado junio celebró los ejercicios Anakonda, el mayor simulacro militar internacional desde la Guerra Fría. Asimismo, Varsovia se manifiesta en contra de la política de Rusia. Varios altos militares incluso se han referido a una posible intervención militar por parte de Moscú, algo que el Kremlin rechaza por infundado.
Sin embargo, como afirmaba el profesor de la Academia de Ciencias Militares de Rusia Vadim Koziulin a RT, "actualmente a los polacos no les amenaza nada" aunque "todavía hay complejos históricos y fobias en sus mentes". "Hoy en día el trastorno político de Varsovia es obvio para todos. Rusia debería comportarse con Polonia como un psiquiatra con un paciente", concluyó.