Washington "lucha contra el poder político en Siria, no contra el terrorismo", ha declarado este miércoles el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, quien ha explicado que con su ataque contra la base aérea siria de Shayrat, EE.UU. ha beneficiado al Estado Islámico.
Medvédev ha calificado el ataque estadounidense de "un acto de agresión militar".
El primer ministro ruso ha señalado que "todo lo que ha ocurrido recientemente en Siria, incluido el ataque militar de EE.UU., no beneficia a la solución de la situación".
En este sentido, Medvédev ha aseverado que una nueva escalada del conflicto en Siria "podría llevar a la destrucción del Estado sirio y a una victoria parcial para los terroristas".
"¿Qué pasará ahora? No lo sabemos, pero sé exactamente quién se beneficiará de este acto de agresión: el Estado Islámico, porque en este caso, con esta decisión le han dado vía libre", se ha lamentado el primer ministro.
El incidente en Idlib es una "provocación bien planificada"
Medvedev ha calificado el incidente con armas químicas en Idlib como una "provocación grande y bien planificada" que resultó beneficiosa, entre otros, para la Administración de EE.UU.
El primer ministro ha instado a no "colgar etiquetas" sobre el Gobierno de Al Assad antes de que se lleve a cabo "una investigación exhaustiva" del incidente.
- Según datos del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, el ataque contra la localidad de Jan Sheijun (provincia de Idlib), el pasado 4 de abril se cobró la vida de 58 personas. La Coalición Nacional para las Fuerzas de la Revolución y la Oposición Siria eleva el número de víctimas a 100 muertos ―entre ellas 25 niños y 15 mujeres― y 400 heridos.
- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el secretario de Estado del país, Rex Tillerson, han atribuido la responsabilidad por el "ataque químico" al Gobierno de Bashar al Assad.
- En respuesta, el 7 de abril, EE.UU. lanzó 59 misiles de crucero Tomahawk contra la base aérea siria de Shayrat (provincia de Homs).
- El canciller ruso, Serguéi Lavrov, tildó el ataque contra la base aérea siria de "acto de agresión con un pretexto inventado" y sostuvo que EE.UU. "no se ha tomado la molestia de mostrar hecho alguno que demuestre el ataque químico en Idlib".