Trump acude a la cumbre del G20 en un clima de desconfianza entre EE.UU. y la UE
El clima en Hamburgo está lejos de ser agradable no solo en las calles, donde tienen lugar multitudinarias protestas, sino también entre algunos de los participantes en la propia cumbre del G20.
Las relaciones entre Washington y varios países miembro de la Unión Europea han empeorado sensiblemente con la llegada al poder de la Administración Trump. La canciller alemana, Angela Merkel, incluso ha llegado a plantear que el bloque comunitario ya no puede confiar más en EE.UU. y en su política internacional.
La mandataria ha afirmado repetidamente que EE.UU. sigue siendo un socio importante, pero también ha criticado el enfoque aislacionista de Donald Trump, lo que le ha llevado a asegurar que Europa ya no puede depender de su aliado.
La confianza en el presidente estadounidense también cae en otros países de Europa occidental. Según el centro de investigación estadounidense Pew Research Center, la confianza de los franceses en Trump se ha reducido a los niveles más bajos desde la presidencia de George W. Bush, con solo un 14% de ciudadanos que dicen tener confianza en el mandatario del país norteamericano.
El escritor y profesor de historia contemporánea Higinio Polo plantea que la llegada de Trump a la Casa Blanda ha generado un choque entre los intereses de Washington y la Unión Europea, tanto en el ámbito comercial como de defensa.
"Washington apuesta por el proteccionismo, frente al libre comercio que defiende tanto Alemania como el conjunto de la UE", señaló el experto, agregando que ambas partes también tienen desacuerdos en cuestiones como el cambio climático, el gasto militar y las aportaciones financieras a la OTAN.