El investigador principal de Chatham House, John Nilsson-Wright, dijo a 'International Business Times' que, según su punto de vista, el conflicto armado sigue siendo una última opción en la actual situación entre EE.UU. y Corea del Norte, y precisamente por eso el líder norcoreano "Kim Jong-un está envalentonado". "Cree que [Trump] está fingiendo" con sus amenazas contra Pionynag, sostuvo Nilsson-Wright.
No obstante, este peligroso juego podría causar problemas para ambos países, ya que si Kim Jong-un llega a lanzar un misil de largo alcance en dirección a la isla de Guam -como lo ha prometido- "para demostrar su capacidad de alcanzar el territorio estadounidense", el jefe de la Casa Blanca "puede sentir que no tiene más remedio que responder".
En el peor de los casos, la guerra en la península coreana "sería devastadora" tanto para Corea del Norte como para Corea del Sur. Cerca de 10 millones viven en la capital surcoreana, Seúl, ubicada a solo 48 kilómetros de la zona desmilitarizada, así como del armamento norcoreano y su Ejército, que es el cuarto mayor del mundo.
"Corea del Norte no puede ganar"
Nilsson-Wright no tiene duda alguna de que EE.UU. y su aliado surcoreano ganarían en caso de una confrontación armada. "Corea del Norte no puede ganar este conflicto. Esto es lo que en el pasado impedía que diera pasos provocadores", dice el experto, quien no ve ninguna opción viable en la mesa hasta el momento, por lo que una conflagración puede estallar más "por accidente "que por una estrategia planeada".