Así podría resurgir el Estado Islámico pero en una forma aún más devastadora
Pocos días después de la caída de Raqa, la que fue capital del grupo terrorista Estado Islámico en Siria, el colectivo que llegó a controlar un territorio equiparable al de Portugal solo cuenta con bases menores y algunos puestos de avanzada.
Sin embargo, las derrotas militares del EI no afectarían necesariamente a sus extensas redes fuera de Siria e Irak ni a su capacidad de inspirar a terroristas solitarios para perpetrar atentados en diferentes lugares del mundo.
"La verdad terrible" es que será "una fuerza tan mortífera" como red terrorista que como cuando era "casi un estado", explicó Nicholas Heras, especialista en Oriente Medio del Centro para la Nueva Seguridad en Estados Unidos (CNAS, por sus siglas en inglés).
Terroristas solitarios
El plan del Estado Islámico sería esperar de manera clandestina a que cese la presión que padece para ganar tiempo, "reconstruir sus redes" e "inspirar a sus seguidores en el exterior para que sigan luchando contra sus enemigos", detalló Aaron Y. Zelin, especialista en movimientos yihadistas del Instituto de Washington para la Política en Oriente Próximo (Winep).
Por su parte, las autoridades de seguridad europeas temen que el EI enviara células dormidas al extranjero antes de perder sus posiciones en el terreno, mientras que los gobernantes de Irak consideran que ese país sufrirá una ola de atentados suicidas contra la población civil.
La percepción oficial más extendida es que, aunque los gobiernos sean capaces de prevenir un complot terrorista como los atentados que tuvieron lugar en París (Francia) en noviembre de 2015, resulta casi imposible parar a terroristas solitarios inspirados por la propaganda del Estado Islámico en las redes sociales.
Ideas difíciles de erradicar
A pesar de sus últimas derrotas, el EI cuenta con peligrosos instrumentos de influencia. Su poderosa red mediática propaga sus ideas, les permite reclutar a nuevos integrantes y contribuye a preparar y perpetrar ataques en diferentes partes del mundo, con lo cual resulta difícil estimar si ha perdido atractivo.
El mes pasado, el jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., el general Joseph Dunford, auguró que la credibilidad de esos terroristas disminuiría al perder territorios. Sin embargo, otras voces recuerdan que las promesas que realizó antes de morir quien fue portavoz del EI, Abu Muhammad al Adnani.
En su momento, ese vocero yihadista declaró que "la derrota verdadera es la pérdida de la voluntad y del deseo de luchar", con lo cual "podríamos salir derrotados y ustedes victoriosos solo si fueran capaces de quitar el Corán de los corazones de los musulmanes".
Charlie Winter, investigador del Centro Internacional para el Estudio de la Radicalización y la Violencia Política, estima que para eliminar las ideas del radicalismo que propaga el EI no basta con liberar los territorios que ocupa, debido a que ese colectivo considera que ha tenido éxito a la hora de "declarar un 'califato' y mantenerlo en marcha", algo sin presidentes en el yihadismo moderno.
"La propia idea del Estado Islámico no ha desaparecido", sigue "flotando en el ambiente" y solo queda esperar dónde y cuándo tendrá lugar la siguiente tentativa para llevarla a cabo, resalta Alexéi Malashenko, especialista del Consejo de Investigaciones Internacionales de Rusia.