"Los más silenciosos del mundo": El submarino "fantasma" ruso que puso en aprietos a la OTAN
A finales de mayo, el submarino Krasnodar de la Armada rusa realizó un ataque con misiles de crucero contra objetivos del Estado Islámico en Palmira (Siria), y se trasladó hacia el mar Negro. Y aunque la OTAN fue advertida de su paso a través del Mediterráneo, el sumergible fue tan sigiloso y "silencioso como un ratón", que resultó ser un verdadero reto rastrearlo.
El columnista Julian Barnes en un artículo para 'The Wall Street Journal', señala que en su travesía, el Krasnodar fue perseguido por el portaviones USS George H.W. Bush y monitoreado además por helicópteros MH-60 Seahawk y aviones de reconocimiento P-8A Poseidon. Sin embargo, logró eludir los dispositivos de rastreo, como si se tratara de un "fantasma".
"Rusia se jacta de que sus nuevos submarinos son los más silenciosos del mundo", afirma Barnes, quien describe la misión como "exitosa".
El Krasnodar fue diseñado para operar cerca de la costa y es capaz de atacar objetivos a más de 2.500 kilómetros de distancia. Posee un recubrimiento que absorbe el eco para evadir sonares y su sistema de propulsión está montado sobre amortiguadores que suprimen el ruido. Gracias a las baterías recargables que utiliza, es capaz de moverse casi en silencio.
"Estrategia"
De acuerdo con el autor, a la OTAN no solo le preocupa la imperceptibilidad del submarino. Funcionarios de EE.UU. y analistas de Defensa sostienen que los ejercicios que realizó el submarino ruso camino al mar Negro desde el Báltico "eran parte de una estrategia de venta", dirigida a posibles compradores, incluido Egipto, "a quien podrían mostrar los misiles de crucero", subraya el artículo.
Finalmente, el diario admite que los países miembros de la organización no están lo suficientemente preparados para enfrentar a la flota submarina rusa y el "resurgimiento inesperado del desarrollo de submarinos rusos ha vuelto a encender la rivalidad de la Guerra Fría". Esto hace necesario que la Armada de EE.UU. desarrolle tecnología de guerra antisubmarina, sostiene Barnes.