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Esta es la respuesta de Japón al aumento del potencial de portaviones de China
Un analista militar opina que a Tokio le resultaría demasiado costoso desarrollar su propio misil antibuques o apostar por grupos de portaviones.
No solo Estados Unidos se prepara ante el creciente número de portaviones de China. Según escribe el especialista en armamento Zachary Keck en The National Interest, Japón ya tiene una estrategia propia ante un eventual enfrentamiento con su país vecino: el desarrollo de submarinos.
Para luchar contra los grupos de grandes buques enemigos, Pekín pretende utilizar misiles balísticos antibuque. Por ejemplo, su proyectil de alcance medio Dongfeng 21D permite redirigir la ojiva después del disparo en función del movimiento de su objetivo. Esta capacidad, junto al hecho de que puede portar carga nuclear, otorgan a esta arma denominada por la OTAN como CSS-5 el apodo de 'asesina de portaviones'.
Japón podría optar por una opción similar, al estilo del Pershing II de EE.UU., pero Zachary Keck estima que le saldría muy costoso. Cuando Washington cerró el programa de fabricación de esos misiles debido al Tratado INF, los cálculos concluyeron que su coste rondó 5.800 millones de dólares de 2017.
Una solución asequible
Keck opina que Tokio no tiene mucha experiencia con misiles, mientras que sobresale en el ámbito de los submarinos, ya que las unidades clase Soryu "posiblemente son las más capaces del mundo entre las diésel-eléctricas".
Además, resultan una solución asequible. A pesar de que son relativamente caros, cada Soryu vale en torno a 500 millones de dólares, con lo cual Japón podría construir 11 con el mismo dinero que EE.UU. gastó en los Pershing II.
Por su parte, en los últimos años China ha dado pasos para mejorar sus capacidades de guerra antisubmarina, pero gran parte de sus esfuerzos se enfocan en la detección de sumergibles cerca de sus costas, no en alta mar.
Amenaza para portaviones
El artículo recuerda que un oficial de EE.UU. declaró recientemente que incluso el más diminuto de los submarinos rusos "tiene capacidad de amenazar grandes activos, como un portaviones". El autor subraya que no se trata de una estimación, como en el caso de los misiles DF-21D: durante la Segunda Guerra Mundial hundieron ocho de esos buques.
Zachary Keck concluye que los submarinos son el medio más eficaz para que Japón se enfrente a los portaviones de China, tanto los ya botados como los que comiencen a operar en el futuro.
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