La presidencia de Temer, inmune a los casos de corrupción y las medidas impopulares
El presidente de Brasil, Michel Temer, sigue en el ojo del huracán político desatado tras el inicio de la operación anticorrupción bautizada como 'Lava Jato' ('lavado a presión'), que evidenció una trama de sobornos recibidos por diversos políticos de esa nación latinoamericana.
Un delator que ofrece información a las autoridades a cambio de una rebaja en su condena ha afirmado que Temer recibió una suma millonaria como soborno. "Si no me equivoco, Eduardo Cunha se quedó con 1 millón de reales –más de 300 dólares– y [otros] 2 millones de reales –610.000 dólares– fueron destinados al presidente Michel Temer", afirmó el operador financiero Lucio Funaro, según publicó el diario local 'Estadao'.
Temer niega la información
Supuestamente, el actual presidente de Brasil habría recibido la suma de dinero de parte del grupo empresarial Bertin cuando era candidato a vicepresidente en 2010 por el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
Sin embargo, la Secretaría de Comunicación de la Presidencia de Brasil declaró al citado medio que Temer "niega categóricamente cualquier implicación de su nombre en negocios turbios, sobre todo a partir de un informante que mintió varias veces a la Justicia".
Otros casos de corrupción
No se trata de la primera acusación de corrupción que enfrenta el mandatario brasileño desde que asumió el poder en medio de una maniobra calificada de golpe parlamentario contra la entonces mandataria, Dilma Rouseff.
Recientemente, la Cámara de Diputados brasileña, con 251 votos a favor y 233 en contra, decidió salvar a Temer de una denuncia presentada por la Fiscalía General de la República (PGR). Acto seguido, archivaron las acusaciones.
Esa jugada política hace pensar al sociólogo y analista brasileño Vinicius Sartorato que los aliados políticos de Temer realizarán lo necesario para que termine el período presidencial. "Desafortunadamente, harán todo lo posible para que se salve de ir a prisión", declaró a RT.
No obstante, explica el sociólogo, a pesar de los casos de corrupción y las impopulares medidas privatizadoras, el actual Gobierno cuenta con una estabilidad que se sustenta en el apoyo que le ofrece el Parlamento, al que define como el "más conservador que ha tenido Brasil desde la dictadura militar" que vivió el país entre 1964 y 1985.
Consulta popular
Las opciones para revertir las medidas impopulares que ejecuta el Gobierno actual se encuentran en el soberano, al menos así lo cree el ex presidente Lula Da Silva.
El líder político, también envuelto en las investigaciones de 'Lava Jato' y quien se encuentra en campaña para las presidenciales de 2018, dijo que al ganar las elecciones convocará un referéndum revocatorio contra varias medidas privatizadoras aprobadas por Temer, informó el medio 'Brasil de Fato'.
Lula está convencido de que un referendo popular le otorgaría la fuerza necesaria "para mandar una propuesta al Congreso Nacional y cambiar todas esas cosas, inclusive, revocar decisiones de privatización de empresas".
La operación anticorrupción 'Lava-Jato'
La operación anticorrupción 'Lava Jato', iniciada por la Policía Federal brasileña, tiene tres aristas que deben analizarse, precisa el sociólogo.
- Nace para combatir una trama de corrupción que se inició con el Gobierno del Partido de los Trabajadores (PT).
- Se desarrolla de manera contradictoria y parcial, volviéndose un instrumento político para atacar únicamente al PT.
- Las mayores dificultades que enfrenta son los ataques que los opositores al PT hacen a la operación (cuando los señala).
Esto quiere decir, subraya Vinicius Sartorato, que la operación 'Lava Jato' marca un hito importante en el combate a la corrupción en Brasil, "pero no está libre de la influencia del poder económico y político", quienes han contaminado las operaciones, "ya que no interesa como instrumento político a las élites del país".
Lula y las elecciones
Sartorato puntualiza que esas mismas élites que sabotean las investigaciones de corrupción y apoyan a Temer, también operan para que Lula no pueda optar a la presidencia nuevamente. "Aún no ha inscrito formalmente su candidatura y ya encabeza las encuestas con 35% de intención de voto a su favor", detalla el analista.
Según el sociólogo, lo que más asusta al 'statu quo' de Brasil es que Lula da Silva está recorriendo los rincones más alejados del territorio denunciando "el golpe contra Dilma" y proponiendo medidas como "la revocación de las privatizaciones de Temer, la redacción de una nueva ley de medios de comunicación y la posibilidad de una Asamblea Constituyente".
Ernesto J. Navarro