Si bien Guta Oriental ha sido escenario de enfrentamientos armados desde el inicio de la guerra civil en Siria, es en las últimas semanas que este suburbio de Damasco se ha convertido en el principal centro de atención de la comunidad internacional, debido al grave deterioro de la situación humanitaria de esta zona controlada por los terroristas y asediada por las fuerzas gubernamentales.
Este lunes, dos días después de la aprobación de la resolución 2401 por parte del Consejo de Seguridad de la ONU, fue declarada en Guta Oriental una tregua humanitaria impulsada por el presidente ruso, Vladímir Putin. A partir de este martes, todos los días de 9.00 a 14.00 se abre un corredor humanitario para que los civiles puedan abandonar el área. Los terroristas, a su vez, no han tardado en intentar frustrar la tregua, lanzando ataques con morteros sobre esta ruta para tratar de impedir la evacuación.
Mientras se intenta aliviar la grave situación en la que se encuentran los civiles atrapados en el enclave, en el espacio mediático siguen abundando las acusaciones contra Damasco y Moscú, basadas con frecuencia en noticias falsas, mientras que la otra parte del conflicto, los verdaderos responsables de la tragedia, apenas se mencionan en los comentarios. ¿Qué es lo que realmente ocurre en Guta Oriental y por qué hay quienes prefieren silenciar una cara de la verdad?
Evolución del conflicto
Guta Oriental es un suburbio de Damasco y forma parte del oasis de Guta, que rodea la capital siria y constituye su cinturón agrícola. Antes del inicio de la guerra civil, tenía unos 2,2 millones de habitantes; ahora su población no llega a los 400.000.
En 2011, Guta Oriental fue ocupada por varios grupos de la oposición armada. Tras unos enfrentamientos internos, el territorio pasó a estar bajo control del Frente al Nusra y de Yeish al Islam. En la primavera de 2013, las tropas gubernamentales cercaron el enclave, pero no pudieron reconquistarlo. La principal forma de enfrentamiento durante estos últimos años ha sido un intercambio de ataques con morteros e intentos de acercarse al enemigo a través de túneles subterráneos y pasos entre los edificios destruidos.
En mayo de 2017, el área fue incluida en la lista de las zonas de distensión creadas en el marco del acuerdo firmado en mayo de 2017 entre los países garantes del régimen de alto el fuego en Siria: Rusia, Irán y Turquía.
A pesar de los intentos por mitigar la situación, el enfrentamiento empezó a agravarse hace unas semanas, de modo que para mediados de febrero, la situación humanitaria en la zona estaba al borde de la catástrofe.
El 19 de febrero, el portavoz de la ONU Farhan Haq declaró que informaciones llegadas desde Guta Oriental desde el 15 de febrero hablaban de numerosas víctimas entre los civiles por ataques de las tropas gubernamentales.
"En el mismo período de tiempo, 36 granadas de mortero y proyectiles cayeron en barrios de la ciudad de Damasco y los suburbios, resultando también en muertos y heridos entre los civiles", afirmó el portavoz. El 20 de febrero, los terroristas lanzaron un ataque masivo contra los barrios residenciales de Damasco, lo que provocó una respuesta por parte del Gobierno de Al Assad.
Noticias falsas
Desde ese mismo día, en los medios de comunicación occidentales empezaron a circular "una cifras fantásticas sobre víctimas civiles de Guta", escribe el analista militar Yevgueni Krútikov en un artículo publicado en el periódico Vzgliad.
"Cuanto menos cómodos se sienten los yihadistas, tanto mayor es la escalada de la histeria", agrega el autor. "Se repite el mismo escenario propagandístico que acompañó a la operación de las tropas gubernamentales sirias en Alepo", concluye Krútikov.
El propio representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, ya denunció la semana pasada una "guerra informativa" acerca de la situación en Guta Oriental.
Según Nebenzia, en esta zona trabajan miembros de los Cascos Blancos, que cooperan con los terroristas y sirven de fuente "de una desinformación bien pagada". El diplomático criticó que, según la visión que estos presentan, "en Guta Oriental solo hay hospitales contra los que lucha el Gobierno sirio", mientras que la presencia de "varias miles de milicias irreconciliables" es algo que se calla.
Experiencia de Alepo
A su vez, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, sugirió la semana pasada que en Guta Oriental podría utilizarse "la práctica empleada en Alepo para lograr acuerdos con los terroristas para una salida organizada".
Lavrov indicó que se habría podido acordar una evacuación médica en varias ocasiones, pero los esfuerzos posteriores para evacuar a los civiles "se enfrentaron al rechazo del Frente al Nusra, que quiere mantener a estas personas como escudo humano".
El ministro subrayó que Frente al Nusra "no está simplemente allí, sino que ataca constantemente a objetos civiles, incluidos los barrios residenciales de Damasco". La embajada y el edificio de la oficina comercial de Rusia, por ejemplo, han sido atacados en varias ocasiones.
Sin embargo, el comentario de Lavrov sobre Alepo fue presentado "como una advertencia de que Guta sería destruida", denuncia el corresponsal del diario The Independent, Robert Fisk.
El periodista británico recuerda que "los rusos, junto con los sirios, pasaron muchos meses intentando acordar la salida de los civiles de Alepo oriental antes de que esta fuera recapturada".
"Hubo realmente un éxodo de inocentes, en el que también se permitió irse a los opositores armados", recuerda este especialista en Oriente Medio, explicando que Lavrov se refería a llegar a un acuerdo similar con los grupos armados en Guta.
"No muestran toda la verdad"
Mientras tanto, prosigue, otro elemento de la situación en Guta Oriental que parece que "no debe ser tratado, hablado, mencionado, referido o siquiera reconocido" por los medios occidentales es el de los propios "'rebeldes'/ 'terroristas'/'islamistas'/'oposición armada'". Y eso, a pesar de que los combatientes del Frente al Nusra en la zona "son parte del movimiento original de Al Qaeda, que cometió crímenes contra la humanidad en EE.UU. en 2001 y que han estado dispuestos a cooperar en la mayoría de las ocasiones con el Estado Islámico en Siria".
"Estos grupos armados están curiosamente ausentes cuando expresamos nuestra indignación por la carnicería en Guta", denuncia Fisk.
No hay periodistas occidentales que les entrevisten, "porque estos defensores de Guta nos cortarían la cabeza si intentáramos o siquiera osáramos entrar en el suburbio sitiado". Y en las imágenes que se obtienen, "increíblemente", no se ve tampoco ni un solo hombre armado.
"Esto no significa que los heridos o los niños muertos o los cadáveres ensangrentados no sean reales o que la película sea falsa. Pero está claro que las grabaciones no muestran toda la verdad", concluye el corresponal.
"Las imágenes de Guta, como casi todas las imágenes de Alepo oriental, no contienen ni un fotograma de reconocimiento de la existencia de estos hombres armados". Tampoco se mencionan en los comentarios sobre el sufrimiento que viven los civiles, excepto por el término "controlado por los rebeldes".
"¿Entonces, quién mató con morteros hace 24 horas a seis civiles, dejando a otros 28 heridos, en el centro de Damasco, controlado por el Gobierno?", pregunta Fisk. "¿Fueron matados por fantasmas?", insiste.
"Llevamos años armándolos"
Al mismo tiempo, el periodista británico denuncia la hipocresía de la postura occidental ante esta tragedia.
"¿Cómo podemos quejarnos, cuando nosotros no tratamos con la oposición armada islamista contraria a Al Assad (en este momento no estoy hablando sobre el EI), ni intentamos acordar nuestro propio cese al fuego, incluso con la ayuda de Rusia?", plantea el corresponsal. "Después de todo, ¡hemos estado armando a esta gente durante años!", recuerda Fisk.
"Pero no, no haremos nada así. Y entonces nos retorcemos las manos con una hipocresía cada vez mayor y una exageración cada vez más avergonzante", resalta el autor.
"Escenario de Alepo" y "histeria propagandística"
En opinión de Fisk, la clave para poner fin a esta situación está en "la capacidad de abrir alguna forma de contacto inmediato entre los asediadores armados y los atacantes armados". Al mismo tiempo, cree que "el asedio de Guta va a continuar hasta su rendición y evacuación".
Mientras tanto, Krútikov estima que la operación se planea según el "escenario de Alepo", en el que el corredor humanitario será asegurado por las fuerzas rusas, mientras que la expulsión de los terroristas de sus posiciones podría tardar hasta dos meses. "Y todo esto irá acompañado de una tremenda histeria propagandística en los medios de comunicación occidentales", advierte autor.
Para EE.UU. y la OTAN "no tiene ningún sentido" apoyar al Frente al Nusra y otros grupos, estima el analista.
"Se hace exclusivamente con el objetivo de detener el avance de las tropas gubernamentales, ya que la liberación de Guta será un éxito político militar igual de importante que la liberación de Alepo en su momento", concluye el experto.