Cómo el caso del envenenamiento del exespía Skripal y su hija acabó en una disputa diplomática

Londres acusó al Estado ruso de estar implicado en el ataque, mientras que Moscú exige acceso a la investigación y advierte que las amenazas británicas no quedarán sin respuesta.

El 4 de marzo, el exagente doble de inteligencia Serguéi Skripal, de 66 años, y su hija Yulia, de 33, fueron envenenados deliberadamente con un agente nervioso extremadamente tóxico en un centro comercial de la ciudad británica de Salisbury. 

Ultimátum y expulsión de diplomáticos

El 12 de marzo, Theresa May afirmó, sin presentar pruebas al respecto, que era "muy probable que Rusia fuera responsable" del envenenamiento y dio a Moscú un ultimátum de 36 horas exigiendo explicaciones.

Moscú no proporcionó la información exigida por no haber recibido la solicitud que Londres debería haberle enviado de acuerdo con la Convención sobre las Armas Químicas y por no tener acceso a una muestra de la sustancia química en cuestión. El 14 de marzo, May calificó a Rusia como "culpable" del incidente y anunció medidas en contra del país, incluida la expulsión de 23 diplomáticos.

Respuesta rusa a las acusaciones británicas

La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, afirmó que, a pesar de que Moscú presentó a Londres cuatro notas diplomáticas en relación con la situación, los británicos se niegan a proporcionar datos concretos respecto al caso Skripal. La portavoz hizo énfasis en que "están prolongando el tiempo", pues al parecer "tienen algo que pulir". "Es obvio que se está ocultando la verdad", acotó Zajárova.

La Cancillería rusa subrayó que está "abierta a colaborar" en el caso y pidió acceso a los materiales de la investigación. No obstante, Londres se lo denegó sin explicar claramente los motivos. El Reino Unido tampoco entregó ningún tipo de información del caso a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), a pesar de que Moscú le solicitó que lo hiciera. 

"Acusaciones infundadas"

A su vez, el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, cuestionó la decisión de Londres de convocar de urgencia al Consejo de Seguridad para tratar el caso.

"¿Por qué el Reino Unido ha llevado este caso al Consejo de Seguridad de la ONU en lugar de llevarlo a organizaciones pertinentes? La respuesta es obvia: los británicos saben que sus argumentos no convencerán a los expertos. Ellos temen un debate profesional sobre este tema. Moscú considera absolutamente inaceptables las acusaciones infundadas de la primera ministra Theresa May", dijo Nebenzia.

Berlín, París y Washington se unen a Londres

EE.UU., Francia, Alemania y Reino Unido condenaron sin pruebas a Rusia por violar la soberanía británica con el envenenamiento de Serguéi Skripal. "Hacemos un llamado a Rusia para que responda a todas las preguntas relacionadas con el ataque en Salisbury", reza un comunicado de los líderes de las cuatro naciones.

Por su parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó que "parece que los rusos estuvieron detrás" del envenenamiento del exespía en el Reino Unido.

"La respuesta no se hará esperar"

En respuesta a la pregunta sobre si Moscú está dispuesta a expulsar a diplomáticos británicos, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, dijo "sin falta". "Pronto", agregó el ministro en cuanto a los plazos.

Dmitri Peskov, el portavoz del presidente ruso Vladímir Putin, aseguró que la respuesta "no se hará esperar, las propuestas serán formuladas por el Ministerio de Exteriores y por otros ministerios".

"La decisión definitiva, por supuesto, será tomada por el presidente". "No hay ninguna duda de que elegirá la opción que mejor salvaguarde los intereses de la Federación de Rusia", agregó el portavoz.