Moscú: las acusaciones británicas a Rusia por el caso Skipal son "un fake total a nivel mundial"

Londres "solo anuncia los resultados de sus decisiones políticas sin presentar ningún tipo de prueba", ha sostenido la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova.

Las acusaciones del Reino Unido a Moscú por el caso Skipal son "un fake total a nivel mundial", ha declarado la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, en el marco de la sesión informativa de este jueves.

La vocera de la Cancillería rusa ha revelado que las autoridades británicas han reconocido que reunieron a los representantes de varias embajadas extranjeras acreditadas en Moscú, para entregarles una presentación sobre el caso Skripal.

Dicha presentación no contenía ninguna prueba de la culpabilidad de Moscú en el envenenamiento de los Skripal, ha subrayado la portavos de la diplomacia rusa. En lugar de evidencia alguna, la parte británica difundió seis diapositivas con dibujos y propaganda antirrusa.

"Ahora a través de las máquinas de propaganda, fuentes no identificadas y cuentas falsas en las redes sociales se ha comenzado a difundir la información de que supuestamente el embajador británico en Rusia presentó acusaciones destacadas y, esta vez, indiscutibles durante su sesión informativa", ha indicado Zajárova precisando que se trata de las mismas diapositivas.

Londres "solo anuncia los resultados de sus decisiones políticas sin presentar ningún tipo de prueba", ha reiterado Zajárova. Con ello, la vocera ha sostenido que varios "representantes de los cuerpos diplomáticos de los países occidentales admiten que están bajo una enorme presión para expulsar a los diplomáticos de la Federación de Rusia".

"Lo mismo ocurrió con Irak, cuando nuestros socios occidentales en la cumbre de la ONU mostraron un tubo de ensayo [con un polvo blanco], y el mundo entero creyó [que Bagdad tenía armas de destrucción masiva]", ha afirmado  Zajárova recordando el pretexto utilizado por EE.UU. para invadir Irak en 2003.

Además, la vocera de la Cancillería rusa ha subrayado que una "acusación sin fundamentos resulta ser un crimen".