El presidente de EE.UU., Donald Trump, estaría reconsiderando el regreso de su país al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés), del que se separó formalmente el 23 de enero de 2017.
Desde que inició su campaña a la Presidencia, el actual mandatario estadounidense se mostró contrario al acuerdo y en varias oportunidades lo calificó como un "potencial desastre". Además, aseguró que su país comenzaría una era de tratados comerciales bilaterales "justos", capaces de generar empleos e industria en el país.
Cambio de opinión
Hoy el panorama parece ser otro, ya que el propio Trump ordenó a los altos funcionarios de su gobierno un análisis sobre la eventual reincorporación a ese acuerdo, según difundió The Washington Post el pasado 13 de abril, un día después de que el presidente estadounidense escribiera un mensaje en su cuenta Twitter sobre ese tema.
Trump apuntó que EE.UU volvería al TPP, pero solo "si el acuerdo fuera sustancialmente mejor" que el ofrecido por Barack Obama, su antecesor. Además, recordó que su país ya tiene acuerdos bilaterales con seis de los países que forman parte del actual acuerdo y que negocian otro con Japón.
China en el tablero
El internacionalista Basem Tajeldine señala que este cambio de estrategia de Trump puede estar impulsado "por la guerra comercial" que EE.UU. emprendió contra China.
Tajeldine se refiere al intercambio de medidas unilaterales, luego que EE.UU. emitiera un memorando con el que impuso, el 22 de marzo pasado, nuevos aranceles a 1.300 productos del país asiático, por un valor de hasta 60.000 millones de dólares anuales.
Trump acusó a China de "robo" de propiedad intelectual estadounidense. Por su parte, Pekín respondió de forma inmediata elevando los aranceles a 128 productos estadounidenses, en su mayoría agrícolas.
Un funcionario de la Casa Blanca, citado por el diario de Washington, fue muy específico al declarar que volver a ese acuerdo multilateral contrarrestaría la competencia china.
En este sentido, en opinión de Tajeldine, "EE.UU. pretende revertir el quiebre de su balanza comercial, ya que se ha desmantelado su propia industria para ser trasladada a otras regiones del mundo, como Asia y América Latina", en busca de mano de obra barata.
A favor y en contra
México fue el primer país en reaccionar positivamente a la insinuación estadounidense. Durante un panel empresarial, realizado durante la Cumbre de las Américas (Perú), el presidente Enrique Peña Nieto expresó que "la puerta está abierta para que EE.UU. regrese al TPP".
En cambio, otros miembros del ya denominado 'TPP 11' rechazaron renegociar el tratado para adaptarlo a las pretensiones de la Casa Blanca. Así, el ministro de Comercio de Australia, Steven Ciobo, dijo que apreciaba el anuncio de Trump, pero dejó claro que no existe "apetito general por cualquier renegociación significativa del 'TPP-11'".
En términos similares se expresó Toshimitsu Motegi, ministro japonés a cargo del tratado, para quien resultaría difícil cambiar el acuerdo actual, al que calificó de "equilibrado, como cristalería fina".
El acuerdo sin EE.UU.
Luego de la salida de EE.UU., los 11 países que se habían sumado al acuerdo (Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam) renegociaron los términos, eliminaron las demandas de Washington y derivaron en el Acuerdo global y progresivo para la Asociación Transpacífico (CPTPP), también conocido como 'TPP-11'.
Este nuevo acuerdo comercial entrará en vigencia cuando sea ratificado por seis de los países signatarios. Aún sin EE.UU., posibilita un mercado de 463 millones de habitantes, con un PIB 'per cápita' promedio de 22.000 dólares.
El ataque a Siria
Basem Tajeldine indica que el reciente ataque militar de EE.UU. a Siria es otro elemento a considerar cuando se analiza este retroceso de Trump frente al TPP. "El ataque a Siria les ha servido para distraer a la opinión pública", precisa el internacionalista, "pero no alcanzó para nada".
Según explica el analista, lo que fue celebrado como "una victoria de primer momento para EE.UU.", con el paso de las horas se fue sustituyendo "por incontables críticas a esa agresión unilateral".
Tajeldine criticó el bombardeo ejecutado por el Ejército estadounidense, en compañía de Francia e Inglaterra, porque "crear alianzas en base a razones militares y la confiscación de los recursos naturales de otros países no se hace jamás en beneficio de esos países ni de sus habitantes".
Ernesto J. Navarro