Guerra comercial entre EE.UU. y China: Los nuevos escenarios petroleros
La decisión china de suspender "totalmente" la compra de petróleo a Estados Unidos, además de estar enmarcada en la guerra comercial entre ambas naciones, también podría interpretarse como parte del reacomodo en el mundo de los hidrocarburos.
Según el experto petrolero David Paravisini, "el mercado petrolero mundial se está moviendo" debido a que Irán, uno de los principales proveedores de crudo a los países asiáticos y de Oriente Medio, "va a dejar espacios en el mercado" una vez que entren en vigor las sanciones impuestas por Estados Unidos.
Por otro lado, indica Paravisini, la decisión de Pekín puede pretender equilibrar la balanza de pagos, ya que China, "el mayor importador de petróleo del mundo", está permanentemente buscando fórmulas "que le permitan cubrir sus necesidades".
Guerra comercial
En junio pasado, el presidente Donald Trump anunció la imposición de aranceles a las importaciones chinas por la suma de 50.000 millones de dólares.
Pekín respondió adoptando un arancel del 25 por ciento sobre 659 productos estadounidenses, también valorados en 50.000 millones de dólares.
Así comenzó la guerra comercial entre ambos gigantes económicos, y el intercambio de sanciones arancelarias ha continuado hasta la fecha.
No obstante, el experto petrolero observa que el mercado mundial, no solo el chino-estadounidense, se verá afectado por la guerra de Donald Trump contra el país asiático. Algo que causará "impactos tremendos" en la economía del país norteamericano, pero que no tendrá "efectos inmediatos" en los precios del petróleo.
Algunos movimientos
Los países productores de crudo también se han visto marcados por las sanciones económicas que EE.UU. impuso a la República Islámica de Irán, y que entrarán en vigencia el próximo 5 de noviembre.
Se trata de "sanciones contra el sector energético" iraní, incluidas las transacciones relacionadas con el petróleo y las que realizan instituciones financieras extranjeras con el Banco Central de la nación persa.
Al momento de anunciar las medidas, el presidente de EE.UU. adelantó que trabajará "estrechamente" con las naciones que tengan negocios con Irán "para asegurar el cumplimiento completo" de las sanciones.
Y amenazó a individuos o entidades para que reduzcan sus actividades con Irán o, de lo contrario, "corren el riesgo de sufrir graves consecuencias".
Saltándose las sanciones
A pesar de esas sanciones, India ha expresado estar dispuesta a comprar 9 millones de barriles de crudo iraní el próximo mes de noviembre.
Como parte de esos movimientos del mercado, Paravisini recuerda que no se trata solo de China, sino que Kuwait anunció previamente que "tampoco venderá más petróleo a Estados Unidos porque se muda de mercado".
En opinión del experto, los kuwaitíes consideran que el mercado asiático "pagará mejor su petróleo a razón del desplazamiento del crudo iraní".
Factor 'fracking'
David Paravisi cree que los reclamos de Trump al mercado petrolero obedecen a "presiones de empresas estadounidenses". Un ejemplo de ello es la exigencia a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para que baje sus precios.
Según el experto, en EE.UU. pugnan dos factores de poder dentro del sector petrolero.
Uno es "el capital globalizado, caso Exxon Mobil" y el otro lo conforman "los capitales nacionales", donde participan "decenas de miles de pequeños productores independientes, junto con las grandes empresas que producen a lo interno", y que operan mediante la práctica del 'fracking', en las que "Trump tiene inversiones".
Además, David Paravisini asevera que "esas, y no otras, son las contradicciones que mueven los precios". Según su opinión, esta es la razón por la que el presidente ruso, Vladimir Putin, declaró que "aconsejaría a [Donald Trump] mirar al espejo para buscar al culpable de la subida de los precios del petróleo".
Para el entrevistado, toda la cadena de sanciones y amenazas de EE.UU. a países petroleros como Irán, Venezuela o Arabia Saudita, y el reclamo para que la OPEP aumente su producción petrolera para bajar los precios, son parte de una estrategia de la Casa Blanca.
Con ella, explica Paravisini, "solo persiguen 'lavarle la cara' a Trump" frente a los consumidores estadounidenses de gasolina, pero principalmente "frente a los productores de petróleo" que extraen mediante el 'fracking'.
Ernesto J. Navarro