Estas serían las razones del cierre del Gran Colisionador de Hadrones
El Gran Colisionador de Hadrones de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) dejó de funcionar a principios de esta semana para afrontar una modernización que le permitirá asumir nuevos experimentos, según indica la versión oficial.
Se trata de la segunda pausa larga de esa instalación y el CERN recuerda que su segundo periodo activo, que comenzó en 2015, ha sido "muy exitoso" para el mundo científico.
Además de la consecución del bosón de Higgs en 2012, ese centro investigador destaca que sus trabajos han permitido cosechar "una amplia variedad de resultados" —como el descubrimiento de bariones ccu y pentacuarks— y redactar "centenares de publicaciones científicas".
Futuras actualizaciones
Durante el parón, que durará dos años, el CERN reforzará y modernizará el acelerador y los detectores de partículas para superar el próximo lanzamiento, programado para la primavera del 2021, y asumir el proyecto del GCH de alta luminosidad, aunque no antes de 2025.
En este proceso, cada detector e instrumento de medición de colisiones experimentará mejoras y uno de ellos, el LHCb que mide los b-hadrones, será remplazado casi por completo.
¿Poca eficacia?
Sin embargo, Ryan Mandelbaum, periodista del sitio web de tecnología Gizmodo, destacó que circulan rumores sobre la poca eficacia del proyecto y los físicos tienen que buscar nuevas maneras de resolver las tareas planteadas.
"Para esta fecha, muchos físicos esperaban haber visto evidencias de la 'supersimetría'", una hipotética relación entre los bosones y los fermiones, "pero sigue sin ser descubierta", mientras que resulta "complicado" nombrar un solo hallazgo posterior al bosón, concluye el autor de ese texto.
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