La Inteligencia española vincula a la CIA con un violento asalto a la embajada de Corea del Norte en Madrid
El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y la Policía Nacional española consideran que la CIA está implicada en el violento asalto a la embajada de Corea del Norte en Madrid, ocurrido el pasado 22 de febrero, según informa este miércoles el diario El País, que cita a fuentes gubernamentales.
Diez hombres irrumpieron ese día en la sede consular norcoreana portando armas supuestamente falsas e inmovilizaron a las personas que se encontraban en el interior, atándoles las manos y colocándoles bolsas en la cabeza. No se llevaron dinero ni objetos de valor, pero sustrajeron abundante información en soporte informático y teléfonos móviles.
El examen de las imágenes obtenidas por las cámaras de seguridad de la zona y de los testimonios de los rehenes ha permitido identificar al menos a dos de los asaltantes y, según el citado medio, existe constancia de que tienen vínculos con los servicios secretos estadounidenses.
Los resultados de la investigación permiten descartar un acto de delincuencia común y apuntan a que la ejecución del asalto corresponde a una operación perfectamente planificada, muy probablemente orientada a la sustracción de información relacionada con el anterior inquilino de la embajada, el exembajador norcoreano en España Kim Hyok Chol.
Sin embargo, ocurrió algo que no estaba en los planes de los asaltantes y atrajo la atención policial sobre lo que ocurría en la mansión consular: una de las personas retenidas, empleada de la sede diplomática, consiguió escapar y pedir auxilio, logrando que los vecinos avisaran a las autoridades.
Agentes de la Policía Nacional acudieron al lugar y tomaron declaración a la denunciante con la ayuda de un intérprete. "Un grupo de hombres ha entrado en la embajada y ha amordazado al personal", confirmó la mujer. Se envió entonces un coche patrulla a la sede diplomática –un chalé ligeramente adaptado para sus funciones– para comprobar lo que explicaba la denunciante.
Cuando uno de los agentes llamó a la puerta, todo pareció normal: un hombre bien vestido que llevaba un pin de Kim Jong-un abrió y le dijo al policía que no había ningún problema. El agente informó a sus superiores y recibió la orden de permanecer allí vigilando discretamente. Minutos más tarde el portón del recinto diplomático se abrió y dejó paso a dos coches de alta gama que abandonaron el lugar a gran velocidad, uno de ellos conducido por el hombre que había atendido antes al policía. Enseguida salieron también a la calle los empleados de la embajada que habían estado retenidos.
Posibles repercusiones diplomáticas
Este oscuro episodio podría afectar a las relaciones bilaterales entre EE.UU. y España. Fuentes del Ejecutivo español han admitido que, de confirmarse la participación estadounidense en la operación, lo considerarían un acto "inadmisible" por parte de un país aliado, ya que violaría las convenciones internacionales en cuanto a la protección de las sedes diplomáticas e implicaría que los servicios secretos de EE.UU. habrían actuado en suelo español sin informar ni pedir autorización.
A la vista de la solidez que presentan los indicios que apuntan a la participación de la CIA en el asalto –con probable colaboración de agentes surcoreanos–, interlocutores españoles han contactado con los servicios de inteligencia estadounidenses para pedir explicaciones. Desde EE.UU. niegan la implicación de sus agentes, pero España considera "poco convincente" esta respuesta.
Un contexto sugerente: ¿Quién es Kim Hyok Chol?
El asalto a la embajada norcoreana tuvo lugar tan solo cinco días antes de la segunda cumbre entre el mandatario norcoreano Kim Jong-un y el presidente estadounidense, Donald Trump, celebrada durante los días 27 y 28 de febrero en Hanoi (Vietnam). El encuentro tenía entre sus objetivos fundamentales la desnuclearización completa de la península coreana, pero ambas partes abandonaron las conversaciones sin alcanzar ningún acuerdo ni definir el siguiente paso del proceso de negociación.
Corea del Norte no tiene embajador en España desde que en 2017 el Ministerio de Asuntos Exteriores procediera a expulsar a su representante en Madrid, Kim Hyok Chol. A partir de ese momento, según explica El País, este diplomático paso a ser una de las personas más cercanas al líder Kim Jong-un y ejerció un papel fundamental en los preparativos de la cumbre de Hanoi.
Se le conoce por ser un convencido defensor del programa nuclear y fue el encargado de liderar la delegación norcoreana que negoció en Pionyang, a principios de febrero, el plan de desnuclearización de la península coreana a cambio del levantamiento de las sanciones, con el delegado estadounidense Stephen Biegun.
Los investigadores del incidente en la sede consular en Madrid suponen que la intención de los asaltantes era recabar información precisamente sobre Kim Hyok Chol.
"Servilismo" o "Dignidad"
Por su parte, el delegado especial de Corea del Norte en España, Alejandro Cao de Benós, se ha hecho eco en su cuenta de Twitter de las últimas revelaciones sobre el asalto a la embajada, destacando la presunta participación de la CIA y cuestionando si el Gobierno español actuará con "servilismo" frente a Washington o si por el contrario "tiene una mínima dignidad".
Según fuentes del C.N. de Inteligencia que filtran información a @el_pais, el chapucero asalto y robo a nuestra Embajada en Madrid se habría producido por la CIA. Hay 2 identificados. De confirmarse, veremos si el Gob. español mantiene su servilismo o tiene una mínima dignidad.
— Alejandro Cao (@DPRK_CAODEBENOS) 13 de marzo de 2019
Mi respeto a los agentes del Centro Nacional de Inteligencia que se han atrevido a señalar a los criminales de la CIA. Mi desprecio a Sánchez y Borrell, que se mantienen mudos calentando su sillón.
— Alejandro Cao (@DPRK_CAODEBENOS) 13 de marzo de 2019
En otro tuit, Cao de Benós ha reconocido su "respeto a los agentes del Centro Nacional de Inteligencia que se han atrevido a señalar a los criminales de la CIA" y ha manifestado su "desprecio" al presidente español Pedro Sánchez y al ministro de Exteriores, Josep Borrell, que en su opinión "se mantienen mudos calentando su sillón".
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